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francotiradordelcauto

El primer cartucho del próximo combate

El primer cartucho del próximo combate

“Tus manos me hicieron y me formaron ¿Y luego te vuelves y me deshaces?

Job

 

Riflexiones

 

La paciencia de Job fue poca al lado de la que los revolucionarios cubanos hemos tenido respecto a los errores de nuestros dirigentes. También hemos soportado uno que otro ataque del dogmatismo y el oportunismo. Nuestra posición fue meridianamente expuesta en el  artículo recientemente publicado “Cuba: a lo mejor nos hemos perdido algo, pero no hemos sido derrotados”.  Ahora y a pesar de múltiples intentos por contribuir, hemos recibido una bofetada, que no tenemos más remedio que devolver.

 

Ya circula en nuestro país el mamotreto que servirá de base a la conferencia del partido y su lectura es decepcionante, seguimos cabalgando a lomos de una retórica que nos conduce al pasado. Enunciar que estamos obligados a modificar en la vida partidista  la mentalidad atada a dogmas y criterios obsoletos, sin definir ni precisar que dogmas y criterios son los obsoletos es de una superficialidad tremenda. Afirmar que es necesario propiciar en el Partido y demás instituciones un adecuado ambiente de trabajo que facilite y promueva el respeto y la confianza como premisas para dialogar, debatir, criticar y asegurar un estilo cada vez más participativo y democrático en la toma de decisiones, sin definir nuevos procedimientos para garantizarlo y sin modificar los estatutos, es de una superficialidad tremenda o una estafa ideológica. No es constructivo a estas alturas, pleno siglo XXI, no diferenciar estado, partido y sociedad y menos considerar patriotas a solo los partidarios de una determinada concepción filosófica, eso en el Siglo XX condujo al fascismo.

¿Quién a estas alturas puede creer que un partido escasamente democrático, por las causas que sean, lo resume todo y de que el pueblo de Cuba tiene que seguir empeñado en lo que ese partido, que nos ha llevado a la actual crisis, entiende como los sueños de todos los revolucionarios a lo largo de nuestra historia? No acaban de comprender que de lo que se trata es de la cotidianidad y del futuro de nuestra nación, sin importar si coincide o no con las ilusiones que nos vienen de un pasado, que terminó ayer o hace unos instantes. No son con las ilusiones del pasado con las que se construye un país.

Si en  ese partido se concretan las ideas, los principios y la fuerza de la Revolución ¿por qué estamos, como dice su principal líder, al borde del abismo? ¿Cómo seguir insistiendo que en él desaparecen nuestros individualismos y aprendemos a pensar en términos de colectividad, cuando desde el año 1989 la corrupción decapita a parte de su dirigencia y hoy mismo algunos de sus líderes estatales intermedios están acusados de tendernos un cable submarino de mala muerte  y se embolsilló en verdes constantes y sonantes la calidad que le quitaron a ese medio de comunicación?

Si ese partido es nuestro educador, nuestro maestro, nuestro guía y nuestra conciencia vigilante ¿por qué tenemos tantos problemas en la población de ética, moralidad, corrupción y la doble moral se ensaña a lo largo y ancho de la isla?

Pobre de aquel que a más de cinco décadas de revolución necesite de un partido para  ser capaces de ver sus errores, sus defectos y sus limitaciones; y es una mentira altisonante decir en pleno siglo XXI que en ese partido “nos sumamos todos y entre todos hacemos de cada uno de nosotros un soldado espartano de la más justa de las causas y de todos un gigante invencible”.

 

Toda esa introducción es pura cáscara de plátano, en la que resbalará algún tonto, si es que queda  alguno en Cuba, pero que aplaudirá fervientemente todo aquel que lucra y roba al amparo de ese Partido.

 

¿Cómo si ese Partido es tan omnisciente, omnipresente y omnipotente nos ha llevado al borde del abismo? ¿Es que acaso ser comunista en este país es un problema de fe? ¿Es un problema de seguir confiando en una dirigencia que nos abandonará al doblar de la esquina dada su edad octogenaria, y nos pide seguir confiando en ese partido que, hasta hoy, solo ha sido candil de la calle y oscuridad de su casa? ¿Quién los sustituirá?

 

Antes de hacer cualquier análisis en esa conferencia, se impone, para ser serios y consecuentes con el pueblo cubano, abandonar esas frases huecas y altisonantes y mostrarnos hacia donde nos han llevado los errores del partido, ese mismo partido que nos quieren  seguir imponiendo.

 

Y me pregunto algo más. Esa parte de la población que no es militante  comunista, o que no cree en el socialismo, por lo menos en ese socialismo que han conocido hasta hoy, esa parte de la población que es discriminada por diversas razones y a las que el partido no acoge en su seno, esa parte de la población que aspira a elegir directamente a su presidente y a su  parlamento; esa parte de la población que quieren otra tipo de sociedad  u otro tipo de socialismo, y que estudia, trabaja, construye y aporta desde sus ideales de otro tipo, ¿ seguirá por los siglos de los siglos discriminadas, o hacemos como los fascistas y para que no sufran tanto las mandamos a un campo de exterminio?

 

Indiscutiblemente que muchos en ese partido siguen encaramados en el Turquino y no han aprendido las lecciones de la historia. Ni siquiera aprenden de la historia reciente.

 Si los conceptos expuestos en la introducción del documento son los que sintetizan el pensamiento y acción del partido y nos guían en el empeño de construir una sociedad plenamente libre y soberana,  entonces, amigo mío,  el último que se vaya que apague el Morro.

 

Yo no quiero ser un espartano, solo quiero ser cubano y no tengo que ir a buscar a otras partes  ejemplos de  patriotismo. Esparta está muy lejos en la historia y seguro que muchos cubanos ni siquiera conocen tal ejemplo.

 

Además, el documento es mentiroso cuando afirma que “los principios del centralismo democrático, la dirección colectiva y la responsabilidad individual, como pilares de la organización y la estructura del Partido, mantienen plena vigencia y en ellos se sustenta la vocación de perfeccionarlo”. No se puede perfeccionar lo que no ha existido, si hubieran existido tales principios estuviéramos asomados al borde del precipicio mirando por donde va el capitalismo, pero es que desde 1989 sucedió a la inversa.

 

Es hora ya de que nuestros abuelos de la Sierra acaben de comprender que un partido único no puede sintetizar todos los ideales de una nación, y con ello no creo que el pluripartidismo sea la solución, pero la pluralidad de ideas que es un hecho real, tiene que tener canales de expresión y materialización o tendremos,  por los tiempos de los tiempos, grupos de derechos humanos, disidentes, salidas ilegales con sus consecuentes barbaridades como las del Remolcador 13 de Marzo, o el fusilamiento sumario de tres jóvenes negros, o más muertos en huelgas de hambre y a  un enemigo incidiendo en ese sector de la población incomprendido, hostigado, infeliz y amargado.

 

Si quieren tener el partido único y pueden hasta hoy, porque tienen el poder de los tribunales, pues piensen de una vez la fórmula que permita a la sociedad cubana expresarse en su multilateralidad. Es imposible que alguien crea que en Cuba todos quieren ser comunistas después de los resultados que ese tipo de falsa sociedad socialista  tuvo en el mundo.

 

Cómo nos piden nuevamente confiar y cómo pueden ensalzar al partido en la introducción, si el propio documento admite que “debemos meditar en los efectos contraproducentes de viejos hábitos que nada tienen que ver con el papel de vanguardia de la organización en la sociedad, entre ellos la superficialidad y formalismo con que se desarrolla el trabajo político-ideológico, la utilización de métodos y términos anticuados que no tienen en cuenta el nivel de instrucción de los militantes, la realización de reuniones excesivamente extensas y con frecuencia dentro de la jornada laboral, que debe ser sagrada, en primer lugar para los comunistas; con agendas muchas veces inflexibles indicadas por el organismo superior, sin diferenciar el escenario en que se desarrolla la vida de los militantes, las frecuentes convocatorias a actividades conmemorativas formales, con discursos más formales todavía y la organización de trabajos voluntarios en los días de descanso sin contenido real ni la debida coordinación, generando gastos y difundiendo el disgusto y la apatía entre nuestros compañeros.”

 

Ese partido hace rato dejo de ser un partido de vanguardia. Es por ello que si la  Conferencia Nacional del Partido, por mandato de su 6to. Congreso, tiene la responsabilidad de evaluar con objetividad y sentido crítico el trabajo de la organización, así como determinar con voluntad renovadora las transformaciones necesarias para situarlo a la altura de las circunstancias actuales, deben saltarse la introducción del documento y asentar más sus ideales en la pléyade de héroes de nuestras guerras independentistas del Siglo XIX y XX y en el funesto final que tuvo el socialismo en el siglo XX.

 

Hay que transformar el partido para que esté a tono con la realidad cubana, y no a la inversa, porque la razón última de un partido de la nación, es su pueblo, y desde hace rato todo lo que se legisla es contraproducente a la población.

 

Los imperialistas no son los que crean en nuestro pueblo  la división, la apatía, el desaliento, el desarraigo y la falta de confianza en la Dirección de la Revolución y el Partido, lo que queda explicito en el documento partidario cuando  plantean que las fomentan, las excitan, las avivan, entonces tales deficiencias solo son consecuencias del sistema, por lo que es en el sistema donde tiene que incidir el partido para anularlas.

 

Si con nuestras acciones no desaparecen tales negatividades, pues de seguro que el enemigo cifrará sus esperanzas en nuestros errores, porque nos hace vulnerables, y no mucho esfuerzo tendrá que hacer el imperialismo yanqui para que lleguemos a la conclusión que no vemos futuro en nuestra sociedad, y si es de socialismo que estamos hablando; no tendrán que hacer mucho esfuerzo para revertir un socialismo que de hecho no existe.

 

La vulnerabilidad mayor no está en las intenciones imperiales, sino en la ceguera de la dirección de nuestro partido, que no acaba de dar los pasos precisos para socializar la propiedad en Cuba y construir el verdadero socialismo en nuestro país. No es construyendo campos de golf, ni vendiendo terrenos de por vidas a millonarios que construiremos el socialismo en nuestro país.

 

Lo que si nos queda claro es que el campo de las ideas sigue siendo un decisivo frente de lucha, entre los que pretenden hacer el socialismo con métodos capitalistas y los que creemos que aun es viable un socialismo marxiano.

 

Estiman este artículo demasiado duro. Nosotros también, pero a la insolencia y la falta de  respeto de la dirigencia burocrática actual-todos sin excepción- no se les puede dar ya más… ni un tantito así.

 

A propósito, para no pecar de tonto, le pregunté a mi amigo, el carpintero de la esquina, la opinión que tenía sobre el mencionado documento, y me dijo que durante el Sexto Congreso habían anunciado para la esperada Conferencia a la Sinfónica de Londres, pero al final quienes se aparecieron  fueron “los muñequitos de matanza”.

 

 

francotiradordelcauto@yahoo.es

 

La Calle del Medio no es el Medio de la Calle.

La Calle del Medio no es el Medio de la Calle.

Riflexiones

La publicación mensual “la Calle del Medio” es un tabloide cubano que en sus inicios agotaba sus tiradas en un abrir y cerrar de ojos, pero actualmente ya se pueden comprar varios números de un solo tirón en cualquiera de los estanquillos repartidos por toda la Ciudad de La Habana.

¿Se agotaron los esfuerzos para hacerlo novedoso? ¿Ha perdido el público su interés por el nuevo medio de prensa? ¿Por qué si antes era difícil obtenerlo ahora sobran ejemplares en los estanquillos? ¿Sus temas no son de interés del público?

El editorial de la edición 36 dice todo lo contrario cuando afirma que “cada número se agota rápidamente en los estanquillos”,  pero la realidad es que al punto de venta al que acudí pude adquirir desde el 32 al 36, y de tales ediciones quedaban bastante por vender. ¿Es que se aumentó la tirada?

En el editorial citado se reseña que Santiago Alba Rico “como siempre, nos trae una provocadora reflexión”, y vaya si es provocadora la catilinaria de Alba Rico; no sé como al tan preocupado y director del tabloide, Enrique Ubieta, tan pendiente   por la salud y la pureza de la izquierda cubana, haya dado el visto bueno a un artículo tan antimarxista, de esos que “encienden el intermitente hacia la izquierda y doblan hacia la derecha”.

Esto es quizás consecuencia de la tendencia cipaya de algunos denominados pensadores de izquierda en Cuba, quien veneran a la izquierda internacional acrítica hacia nuestro proceso y desean meter en la caldera del diablo a quienes in situ se enfrentan a las medidas capitalistas que la burocracia cubana  pretenden entronizar en nuestra revolución.

Antes de referirme al artículo de Alba Rico, veamos que nos trae este número de La Calle del Medio: un artículo sobre Picasso, entrevista a Julio García Luis sobre el periodismo (el por hacer, no el que se hace todos los días en nuestra prensa), dos páginas con el cantante Tony Ávila,  el ladrillo de Alba Rico, otro sobre los millonarios comprando equipos de futbol en Europa, una semblanza de Fina García Marruz y varios poemas de esa excepcional poetisa, dos páginas de humor gráfico, otras dos páginas sobre el pelotero Conrado Marrero, par de páginas culturales, similar de opiniones de los lectores, y la última dedicada a la cocina en la que si no tiene divisas no puedes hacer el plato recomendado.

Nada sobre nuestra realidad político social, por ello no me extraña que Ubieta esté metido por doquier ubicando sus disquisiciones políticas cuasi izquierdistas y atacando a los jóvenes del Observatorio Crítico, al parecer en su órgano de prensa esos temas son tabúes, y cuando algo se publica no es un periodista o escritor del patio, sino de la izquierda acrítica del extranjero.

Alba Rico es un hombre  de pensamiento revolucionario, es decir, es un compañero,  pero lo que afirmó en su artículo no procede…

El artículo de Santiago Alba Rico, tiene hasta un título derrotista “Lo poco que podemos, lo mucho que queremos” e intenta demostrarnos, pero no lo logra, “en lo que somos capaces de hacer y lo que somos capaces de representarnos”.

Para calzar su hipótesis (la tesis es lo demostrado) nos pone el ejemplo del bombardeo atómico, donde la imaginación, según él,  no tiene recursos para establecer   ninguna relación entre el simple gesto de un dedo  aplicado sobre un cuadro de mandos y la muerte, miles de metros más abajo, de 180 mil personas. Parece que se le ha olvidado Hiroshima y Nagasaki.

Con tal razonamiento los pilotos de guerra, y el resto de la dirigencia nazi,  hubieran salido absueltos en Núremberg. Si este señor hubiera aplicado el ejemplo de cómo, unos conscientes y otros no, destruimos el planeta ecológicamente quizás el ejemplo le hubiera salido mejor. Resulta  difícil para una persona comprender el daño que le hacemos a la ecología lanzando al mar un saco plástico que demorara cientos de años en destruirse en ese medio, pero no es muy peliagudo reconocer el daño que se hace con las guerras.

Le recomiendo a Alba Rico visionar el documental norteamericano “El buen soldado” para que pueda profundizar en su hipótesis, pues ahí se puede apreciar que el soldado, los pilotos de guerra también, son consciente de los asesinatos que cometen.

Pero bien, no vamos a reproducir todo el ejercicio académico de Alba Rico en este artículo, vayamos a lo fundamental que es el final donde afirma que “la verdadera contradicción no es hoy, como pretendía el marxismo ortodoxo, entre fuerzas productivas y relaciones de producción, sino entre –por un lado- fuerzas destructivas y antropología humana; y entre –por otro lado- fuerzas “representativas” y recursos humanos”.

Sin hacer un esfuerzo sobrehumano, cualquiera con dos dedos de frente y sin mucha ortodoxia en el análisis, puede aseverar que la teoría marxista que desestima Alba Rico está ampliamente demostrada, mientras que su jerigonza no pasa de ser una hipótesis difícil de demostrar, cuando quiere trastocar las consecuencias como causa: esas fuerzas destructivas a las que se refiere son las que son dueñas del capital, consecuencia de una sociedad dividida en clases y en las que el capitalista es dueño de los medios de producción y responsables del genocidio humano actual.

Y este señor es algo animista cuando quiere endosarle a la técnica y a las armas un rol que pertenecen por completo al ser humano, será que piensa igual que los tejedores de Lion, según afirma, el capitalismo ha creado tecnologías incompatibles con la compasión, la ternura y  la solidaridad, cuando lo que debió decir es que el capitalismo engendra seres inhumanos incompatibles con la compasión, la ternura y la solidaridad.

La energía nuclear es un logro de la ciencia, en el hombre está utilizarla con fines pacíficos o guerreristas. La esencia del sistema capitalista es quien deforma al ser humano, donde  el hombre se convierte en el lobo del hombre. ¿Dónde estaba este señor durante las clases de marxismo?

Pero para saber por dónde fisgonea el autor el siguiente párrafo es representativo: “…el capitalismo ha creado también tecnologías incompatibles con la exclusión social que le es indisociable –con la pobreza, las fronteras  y la marginación política- y que ponen en peligro, al mismo tiempo, el capitalismo y la humanidad”.

Preocupado Alba Rico por la desaparición del capitalismo primero y de la humanidad después, cuando lo real es que desaparezca el capitalismo y se preserve la humanidad, que es la razón de ser de todo socialista verdadero.

Es inexplicable que puedan existir intelectuales, a no ser que sean de derecha, que crean que “los que bombardean y consumen son incapaces de imaginar los efectos de sus acciones y por lo tanto el dolor de sus víctimas”. Sí lo saben bien, lo que les importa un bledo, porque lo único que les interesa es acumular capitales, esa es la esencia del sistema.

Quién va a creer que los capitalistas no saben lo que hacen, a no ser que sean sordos y ciegos. Aún me pregunto que pretende Alba Rico con este artículo y que utilidad le ve Ubieta a su publicación en un órgano de prensa cubano.

Para mí que Alba Rico en este artículo ha olvidado a la clase oprimida. Según él, los oprimidos  un día pueden querer tanto y tanto y tanto, tan por encima de las posibilidades del mercado y del planeta, que cuando se pongan a reclamarlo no habrá más que dos alternativas: o cambiar dolorosamente  de modelo (¿le duele eso a Alba Rico?) o inventar bombas mejores ¿es eso lo que quiere?

La mayoría de la humanidad aspira a una sociedad que le garantice vivienda, educación, salud y alimentos. La mayoría de los seres de este mundo no han dejado de ser humanos, quienes si lo han dejado de ser son los capitalistas, nada más hay que verlos hoy por hoy  en sus acciones contra Libia, Siria, Egipto, Cuba, Venezuela, por mencionar algunos.

Yo prefiero  ser ortodoxo al marxismo que comenzar a revisarlo para congraciarme con los imperialistas. Para nosotros está claro que no es el capitalismo el futuro de la sociedad mundial y que el socialismo, que no ha existido aún en parte alguna del globo, es una respuesta más humana a todos esos problemas que usted no supo tratar profundamente.

El día que un cañón, una bomba o un fusil piensen y sientan, entonces me sentaré nuevamente a leer este artículo para darle la razón.

Francotirador del Cauto

francotiradordelcauto@yahoo.es

Por ahí andan los truenos

Riflexiones

 En Cuba, como en otros países del mundo, sus ciudadanos nunca saben, a ciencia cierta, por los caminos que marcha el país, y para más desgracia, en nuestra isla, tenemos la agravante de que nuestra prensa y los funcionarios oficiales no aportan información certera acerca de las decisiones que enrumbarán a nuestra deteriorada economía. Aquí en el caimán todo es secreto de estado.

 Es un axioma negar esas ideas de Marx, quien luchó encarnizadamente contra la censura y contra el culto a la secretividad de los estados y los aparatos burocráticos de su tiempo, y quien consideraba a la prensa como el medio idóneo para combatir los resortes de los poderes absolutistas. Pero tales secretos, no se por qué razón misteriosa, al día siguiente de decirse algo en las altas esferas políticas, ya lo tiene radio bemba en la calle, por supuesto, con las deformaciones propias con las que se apellida el rumor.

 El palique de hoy viene por lo de los famosos campos de golf en Cuba y esta medida pudiera parecer baladí si a ella no le unimos la restructuración de la Terminal Aérea 2 de La Habana para recibir hasta 40 vuelos diarios y las ampliaciones del Puerto del Mariel, donde según el rumor, comenzarán a arribar ferries llenos de turistas en sus autos para disfrutar de las bondades de nuestra isla, cuando no hay ciclones.

 Está también en el tapete, que con los créditos obtenidos de Brasil y China, rellenar las furnias existentes en las calles de la capital y del país, reparar y terminar de construir la autopista nacional que llegará hasta la Punta de Guanacabibes y modernizar el sector de los ferrocarriles en Cuba, cuya eficiencia es menor que la existente cuando Cuba era colonia de España. ¿Quién pagará esos créditos? Creo que los hijos de mis nietos.

Ustedes calculan que todo ese crédito obtenido volverá a estar en las manos de esa burocracia que dilapidó los préstamos obtenidos por Cuba en las últimas décadas y que lo único que ha hecho es derrochar y malversar y dejarnos un país empobrecido.

Pero regresemos en la idea. ¿Dieciseis campos de golf, cuarenta vuelos diarios y llegadas de ferries? ¿De dónde pueden llegar golfistas para esos campos de golf, para llenar cuarenta vuelos diarios y ferries cargados de turistas? Facil la respuesta: de Martes y Venus.

Indiscutilemente que nuestra burocracia juega con cartas marcadas de antemano y el timbre del billete es u es ei. Todo a la callandita. Presagios de que los cinco cenarán en Cuba este 24 de Diciembre, un periodista judio entrevistando a Fidel, este último, ¡Eureka!, censurando a los iranies y dando el espaldarazo a Israel, mientras, los constructores cubanos a marcha forzada crean condiciones para el arribo de los turistas yanquis.

 No recuerdo el debate de esos temas en nuestra Asamblea Nacional, donde el asunto priorizado por todo lo alto fue el nuevo código de vialidad, ese que autoriza a un policia a multarte tenga o no la razón, porque no hay mecanismo verdadero para luchar contra los desmanes de la policia cubana en las calles, que entre parentesis, ya también da ejemplo de corrupción a mano abierta, y por ahí circulan videos de las palizas, patadas a la cara incluidas, que propinan en la calle a los cubanos, todo en el buen estilo del machadato o el batistato.

 La Asamblea Nacional se presta al juego de reprimir a los cubanos, como lo hacen ahora los que detentan la dirigencia de los sindicatos cubanos, que en lugar de oponerse a la medida de despedir a más de un millón de trabajadores, cierra filas a favor de la burocracia. Bueno, para que cubano sindicato y administracion no fue lo mismo en estas cinco décadas. Ahí también hay burócratas.

Martí en un artículo de la Edad de Oro titulado “La Galería de las Máquinas” afirmaba que a los niños “no se les ha de decir nada más que la verdad, y nadie debe decirles lo que no sepa que es como se lo está diciendo, porque luego los niños viven creyendo lo que les dijo el libro o el profesor, y trabajan y piensan como si esto fuera verdad, de modo que si sucede que era falso lo que les decían, ya les sale la vida equivocada, y no pueden ser felices con ese modo de pensar, ni saben como son las cosas de veras, ni pueden volver a ser niños, y empezar a aprenderlo todo de nuevo”.

Cambiemos en cada lugar donde se dice niño y pongamos sociedad y tenemos la realidad cubana. No nos han contado toda la verdad y tenemos nuestras vidas equivocadas y ya no tenemos la posiblidad de volver a ser niños para empezar a aprenderlo todo de nuevo.

En este contexto, leo y releo la entrevista del compañero Fidel y no asimilo por parte alguna que el periodista Jeffrey Goldberg haya manipulado o malentrendido lo dicho por él. Y llego a mi verdad y es que a Fidel se le escapó la expresión y ahora no quiere aceptarlo. Además, lo que dijo es bien cierto, es la única verdad, nuestro modelo ya no le sirve ni a los cubanos, como no les sirvió a los soviéticos y al resto del campo socialista, porque donde Marx dijo socializar los comunistas en el Siglo XX y lo que va del XXI entendieron estatizar, que no es lo mismo ni se escribe igual.

Al gobierno cubano no le queda otra alternativa que buscar dinero fresco e inversiones donde quiera que las halle, eso no está en contra de la construccion del socialismo, pero lo vitalmente necesario es que antes de embarcarse en esos programas priorice la socializacion de la propiedad en Cuba o terminamos igualito que el ex campo socialista, sin excepcionar a China. Primero se impone arreglar este potaje social interno.

En Cuba, ya nadie cree en el socialismo estatizado, incluida nuestra burocracia. Ya es hora de que los estamentos directivos en Cuba se acaben de poner los pantalones y explicarle al pueblo que variante tienen para salir del estancamiento actual, el marco adecuado seria el Congreso del Partido pero, sin creer que la historia se repita, nos esta sucediendo lo mismo que en la Union Sovietica, donde Stalin “actuaba no a través de explicaciones y de cooperación paciente con la gente, sino imponiendo sus concepciones y exigiendo una sumisión absoluta a su opinión”.

Stalin se había colocada por encima del Partido, por encima del país, de tal modo que había dejado de tomar en cuenta tanto al Comité Central como al Partido, además en los últimos años de su mandato no se convocaron sesiones plenarias del C.C. y sólo ocasionalmente se reunía el Politburó. Dirigia a espaldas del pueblo y del propio partido.

Todo este asunto de la realidad cubana pone de manifiesto la falta de visión de la actual dirigencia hacia los serios problemas que enfrenta actualmente su pueblo y olvidan que no deja de ser verdad, que en Cuba, desde que el criollo comenzó a sentirse cubano en el Siglo XIX, todos los grandes problemas sociales siempre han terminado en tiros, sangre y violencia.

No es solo la realidad cubana un problema de crisis económica, es también una situación de crisis social, política e ideológica. A diferencia del antiguo ex campo socialista, los mismos que dirigen hoy en Cuba son los que nos embarcaron en la construcción de una sociedad que se derrumbó en otras partes como se ha derrumbado aquí, y nuestros líderes no han tenido el valor de aceptarlo, y tal actitud no engaña a nadie, creo que ni se engañan ellos mismos.

 Y dejémonos de hipocracías, no hay Congreso del Partido porque la dirigencia cubana o no tiene nada que proponer, o no quiere hacer realmente el socialismo en Cuba, o teme decirle a su pueblo que hay que hacen borrón y cuenta nueva y que hay que comenzarlo a construir de inmediato. También puede temer que otras propuestas que tienen no sean aceptadas por el pueblo.

 Mi opinion es que la realidad los ha superado y de ser así, por favor, cómanse su ego y dejen que otros enfrenten el dilema de nuestra sociedad.

Lo que si no es una salida es imitar al resto del ex campo socialista, que malinterpretando a Marx decidieron primero construir el capitalismo para llegar, no sabemos cuando, al socialismo.

 Eso es regresar al pasado.

Señores, ¿acaso alguién cree que el cubano es estúpido?

El Francotirador del Cauto

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!Virgencita, como corre tu venado!

Riflexiones

Cuentan que a un cazador le iba muy mal en su faena. Llevaba semanas sin poder ni siquiera cazar una jutía, hasta que un día, levantado muy temprano, salía por la puerta de su casa y se fijó en una imagen de la virgen, cualquiera de ellas, el cuento no lo especifica, y persignándose ante ella hizo la siguiente promesa:

-Virgencita, te prometo ofrendarte la mitad de las presas que cace hoy.

Salió al monte el cazador, y sin acechar mucho, distinguió a dos venados que apacentaban en un claro del bosque.  Verlos y rápidamente apuntarle al primero y tumbarlo fue cosa de segundos, pero con el estampido del fogonazo, el segundo venado salió como alma que lleva el diablo. Y el cazador al percatarse de la situación, ni corto, ni perezoso, exclamó:

-¡Virgencita, como corre tu venado!

Y si les traigo la fábula a colación, fue porque me acordé de ella, tras escuchar el discurso del Presidente cubano, Raúl Castro, ante el parlamento cubano, el pasado 1 de agosto del corriente, y se me ocurrió, así de pronto exclamar:

-Campos y compañía, como corre su venado. Al paso que vamos sus propuestas seguirán galopando en los cascos de un venado cerrero  imposible de cazar por acechador alguno. Todo quedará para las calendas cubanas, porque como afirmé una vez,   los griegos nada tienen que ver en esto.

El propósito principal de la división político administrativa tiene   como designio    elevar la atención a la población mediante una organización más funcional y racional de la administración y del Gobierno, como si tales medidas, como por arte de magia, multiplicaran panes y peces. Siempre he tenido la creencia, hasta ahora, que solo una economía productiva y fuerte es el principal fundamento para la atención y satisfacción de las necesidades de la población.

Me decía un viejo del barrio, de esos que ya no peinan canas porque el tiempo les ha tumbado el pelo y todo lo demás, que antes, se refiere antes de 1959, un alcalde borrachín, pendenciero  jugador y medio inculto, era capaz de controlar una provincia de las de antes, y los de ahora ni siquiera son capaces de dirigir un tercio de cualquiera de ellas.

Eso por supuesto, es una afirmación de un añejo inculto, que desconoce que el problema no radica en las divisiones, ni en las multiplicaciones, sino en el sistema que no funciona, que está más cerca de   la resta y es contrapuesto a la adición.   Amén que, atomizando las provincias lo que si se garantiza es un mejor control de la población y de los problemas que puedan  surgir en el futuro, de continuar nuestra burocracia intentando remendar el socialismo estatista, harto demostrado que no funciona, por lo menos no funciona para la población. Para el burócrata funciona de maravilla.

Luego se plantea que las nuevas provincias que surgen tras del parto, nacerán “bajo una concepción de ahorro y uso racional de todos los recursos”, situación que entraña que el resto de las administraciones existentes en el país a ese nivel carecen de tales atributos.

No sé qué cambió en la situación del país que pueda garantizar, que esas dos provincias, con el decursar del tiempo, no se diferencien de las del resto del país, porque la corrupción no se puede combatir con medidas de este tipo, no es un problema de aumentar provincias, ni de contralorías, ni de inspecciones sorpresiva, solo se requiere que el control se ejerza de abajo hacia arriba, pero para ello el trabajador debe sentirse realmente dueño de los recursos que hoy controla y posee el estado.

Igual sucede cuando se afirma “avanzar en la elaboración de las disposiciones complementarias, constituye una contribución a la elevación de la disciplina social y la preservación de la vida humana, así como la disminución de cuantiosas pérdidas económicas”.

Es de ilusos pretender que reglamentaciones burocráticas resolverán la indisciplina social y la corrupción que permea el sistema, eso es actuar sobre las consecuencias, dejando a un lado las causas que las provocan. Es como si el cazador de marras tratara de matar los dos venados de un solo tiro. Ojo, si le preguntas a un burócrata diría que es posible, poniendo entre venado y venado papel carbón.

El presidente se refirió además a aquellos que   coinciden en “reclamarnos cambios más rápidos y más profundos en la línea de desmontar el socialismo”. Si mal no recuerdo, desde hace 50 años esa es una situación que hemos tenido que afrontar. Lo nuevo es que hay comunistas cubanos que reclaman cambios para profundizarlo, pero sobre esos no se mencionó nada, parece que estos últimos son mudos o hablan muy bajito, porque nadie los oye en la nomenclatura de nuestro gobierno. ¡Virgencita! Y sigue corriendo el venado.

Luego se expresa   que “la unidad no excluye las discrepancias honestas, sino que presupone la discusión de ideas diferentes, pero con los mismos propósitos finales de justicia social y de soberanía nacional, lo que nos permitirá siempre llegar a las mejores decisiones”.

Justicia social y soberanía no son solo atributos del socialismo, lo que caracteriza al socialismo es el poder efectivo de los obreros sobre la sociedad. Podemos decir que en Suecia o Suiza existe justicia social y soberanía y allí no se construye ningún socialismo. Aquí está pasando igual.

Y más, “La unidad se fomenta y cosecha en la más amplia democracia socialista y en la discusión abierta de todos los asuntos, por sensibles que sean, con el pueblo”.

Eureka. Espero que Esteban Morales deje de ser   exorcizado y se le devuelvan sus méritos, porque, precisamente, el hizo lo que nuestro presidente dice que es correcto y de revolucionario.

Luego lo que no me agrada es que nuevamente nuestro Parlamento queda en cueros y con las manos en los bolsillos. El Presidente informa, que tras largos meses    de estudio en el marco de la actualización del modelo económico cubano y luego, enumera una serie de colaboradores que participaron en esas sesiones en los que no figura el parlamento. ¡Verdad! El Parlamento sesiona dos veces al año. Se me había olvidado.

Bien, ese grupo de estudio “acordó un conjunto de medidas para acometer, por etapas, la reducción de las plantillas considerablemente abultadas en el sector estatal”. Al parecer nuestros diputados solo tenían que votar afirmativamente sobre esa decisión, para luego recesar e irse de nuevo a vacacionar.

Más tarde el bombazo, desinflar las plantillas, que según el propio gobierno dice que asciende a un millón de trabajadores, y lo que dudo es que ese proceso pueda desarrollarse como dice nuestro Presidente, en “un clima de transparencia y diálogo donde prime la información oportuna y diáfana a los trabajadores, en el cual las decisiones sean colegiadas adecuadamente y se creen las condiciones organizativas requeridas”.

Creo que ni Mandrake lograría eso, en un país burocratizado donde aún existe la corrupción, la homofobia, el racismo, el amiguismo y el sociolismo. A no ser que traigan suecos para dirigir ese proceso.

Ya me lo imagino. Todo el que sea un   atravesado para la administración y el partido no es idóneo. Aquellas que trabajan en ventas al público y son feitas o tienen mal cuerpo, no son idóneas; las muy negritas, sobran también; aquel que es un poco amanerado, para la agricultura.   Porque lo de la idoneidad, siempre cae en un grupo de expertos, usualmente burócratas y nada tienen que ver en ello los trabajadores. El pase de cuenta está a la orden del día. ¡Que se cuiden los venados!

Cuando un amigo, que oía junto a mi el discurso oyó que “la estricta observancia del principio de idoneidad demostrada a la hora de determinar quién merece el mejor derecho de ocupar una plaza, debe contribuir a evitar cualquier manifestación de favoritismo, así como de discriminación de género o de otro tipo, las cuales deben enfrentarse con toda firmeza”, solo me miró y con la mano derecha cogió el pliegue del bajo de su camisa y me hizo un muñequito, como diciendo, que se lo crea el muñeco de trapo.

Y luego, Campos, para que te acabes de atragantar, “El Consejo de Ministros también acordó ampliar el ejercicio del trabajo por cuenta propia y su utilización como una alternativa más de empleo de los trabajadores excedentes, eliminando varias prohibiciones vigentes para el otorgamiento de nuevas licencias y la comercialización de algunas producciones, flexibilizando la contratación de fuerza de trabajo”.

Campos, capitalismo a pulso, lo que Marx señala como esencia del capitalismo, el trabajo asalariado, , se convierte por obra y gracia de la burocracia cubana en el factor determinante de la construcción del socialismo estatista.   Y lo que propones como una variante mínima en la construcción del socialismo participativo, democrático y decisorio, las cooperativas y la autogestión son, para estos nuevos comunistas, factores meramente capitalistas, que nos alejan de las ideas de Marx y Engels.

¡Al carajo albañiles que se acabó la mezcla!

Y está por ver, ¿que pasará con ese millón de trabajadores que quedarán excedentes? ¿Todos serán cuentapropistas o parte de ellos será asalariados de la nueva clase capitalista que estamos creando? Vuelve Cesar, el burgués y Dios. ¡Venado! ¡Como corres!

A mi no me queda duda alguna, esto es de apaga y vámonos. La burocracia no cederá, aguanta a pie firme y apuesta por el camino chino.

Hace unos días leía en el Granma que una empresa privada china había comprado, por no me acuerdo cuantos cientos de millones de dólares, creo que mil 600, la fábrica de autos Volvo, por lo que no debe extrañarnos, de aquí a una década, leer en el Granma, si es que aún perdura, que una empresa privada cubana compró por idéntica suma a la  Ford norteamericana.

Para ese entonces, ¿por donde andará el venadito del socialismo?

Por el Francotirador del Cauto

francotiradordelcauto@yahoo.es

Escusa y su aversión a los “autenticos marxistas” cubanos

Riflexiones Siempre he pensado que los amigos de Cuba en el extranjero pueden opinar, darnos consejos, brindarnos sus experiencias, pero de ahí a que traten de desacreditarnos hay un gran trecho y usualmente, quien se aventura en esa cruzada, se ahoga a medio camino y no llega a la orilla nuestra. Hasta ahora, sobre todo en Europa, muy pocos tienen la experiencia de construir el socialismo a partir de una revolución antimperialista, nacional y liberadora en el Tercer Mundo. Entonces tales criterios de los socialistas europeos, usualmente en el pasado atento a las orientaciones de la ex URSS, poco nos valen en los tiempos actuales. ¿Qué gana Escusa con intentar desacreditar a Pedro Campos y sus seguidores? ¿Quién lo aconsejó o lo instruyó para que lanzara el blasfemo artículo tratando de minimizar la labor de los revolucionarios cubanos que luchan porque en esta isla no suceda lo que en la URSS y el resto del campo socialista? ¿Quien le ha dicho a Escusa que ya fue dicha la última palabra sobre la construcción del socialismo en nuestro planeta, y en nuestro caso, en Cuba? Quisiera me prestara esa bola de cristal donde se asesora para denigrar a los comunistas del lado de acá del charco atlántico. Con el préstamo podré verificar la marca de fabricación. Rutinariamente en este país se le achacan a los fenómenos naturales los problemas que nos aquejan en la economía. Cuba, desde su descubrimiento fue así. Los españoles cuando iniciaban su conquista de la isla perdieron su flota frente a Trinidad debido a un huracán y a la mala decisión de su Capitán de no irse a guarecer a la Bahía de Jagua. ¿Quien hundió la flota, el huracán o la mala decisión de su comandante? Todas las generaciones de cubanos desde la colonia han tenido que vivir con esa espada de Damocles sobre su cabeza. Nuestros problemas económicos obedecen a errores humanos en su esencia, todo lo demás son factores de riesgos que existen en todas partes del mundo que sufren de inundaciones, sequías, tornados, tifones y la consecuencia natural del daño ecológico que le hemos hecho al planeta. Además con justificaciones, el lobo no se come a los tres cerditos. Si los comunistas no atacamos nuestros errores la burocracia los ignora. Ello para nada le hace juego al imperialismo, ocultarlos si. El bloqueo influye, las amenazas militares no han dejado de ser eso, puro chantaje del imperio, y la crisis económica internacional la hubieramos capeado mejor sin las miles hectáreas de tierras improductivas existentes en el país. Ignorar eso, señor Escusa, es andar excusado. Esa corriente crítica que usted ataca y que solo endosa a los intelectuales, nació en el 2005, cuando Fidel llamó a salvar la revolución Cubana. Si usted viviera en Cuba de seguro estaría del lado de aquellos cegatos que no ven más allá de su iris, a pesar de que la salud pública en Cuba es gratis y un par de lentes no cuestan más allá de un dólar. Si señor excusa, necesitamos cambios profundos y acelerados en el sistema político y económico del país, porque después de 50 años, precisamente, aquí no hay socialismo aún, si usted discrepa conmigo dígame que tenemos aquí que sea socialismo y no ande de censor de comunistas cubanos. Si usted afirma que lo que proponemos nada tiene que ver con el socialismo le pido urgentemente que revise quien le tradujo las obras de Marx, o quien le ha convencido de que lo que hubo en la Unión Soviética fue socialismo. ¿Conoce usted de las barbaridades de Stalin? ¿De Ceacescu? Si allí había socialismo ¿Por qué desapareció? ¿Acaso quiere usted que suceda lo mismo aquí en el caimán? Pues, precisamente, eso es lo que tratan de evitar los comunistas cubanos que censuran y alertan a nuestro estado, que es más nuestro que suyo. Aquí el único que palidece es usted, realmente no se le ve nada de rojo al artículo que manoteó para censurar a los que dentro de la isla, contra toda burocracia, esgrimen las ideas guevaristas y secundan el llamado de Fidel. Usted debe ser un marxista rosado, rosadito o a lo mejor, fanático de Stalin. Tiene usted el mal gusto de compararnos con Milton Friedman, Ronald Reagan y Margaret Thatcher. Venga acá Excusa, cuantos porros se fumó antes de escribir tal artículo, y si lo hizo trate de buscarse un sumnistrador más serio, porque la mercancía era de mala calidad: lo puso a hablar idioteces. Lo catastrófico, “camarada”, del pasado socialismo real o virtual, es insistir en que la propiedad estatizada de los medios de producción se mantenga en nuestro país, y precisamente es ese sistema el que ha entrado en crisis en la isla y si no tomamos las medidas a tiempo regresaremos al capitalismo, que si dejaría desamparados a millones de cubanos. Si no lo hacemos ahora, sería una excusa, para que los Chicago Boys, herederos de Milton Friedman, vengan a Cuba a implantar el capitalismo de desastre como lo hicieron en el resto del ex campo socialista y en la propia China. Pero ya veo por donde viene el disparo, asi que Noel Manzanares, que solo escribe barrabasadas, es para usted la excepción de la regla. Se pone usted a esa altura y queda de inmediato rebajado a un pigmeo intelectual. Es imposible entonces que pueda usted hacer un análisis profundo de nuestra realidad. Si, lo primero que debemos es poner orden en nuestra casa, porque si el tejado tiene gotera, te mojas la cabeza hasta cuando mea un gato. Y realmente, aunque usted lo quiera negar y desee excusar a la burocracia cubana, el modelo económico, político y social nuestro es el problema principal y a esa verdad hemos arribado siendo profundamente marxistas. Sí, aunque usted no lo crea, los problemas internos que tenemos se deben a nuestras deficiencias, es la consecuencia, entre otras cosa, de no haber socializado los medios de producción. ¿Que tiene que ver el marabú con el bloqueo? ¿Qué tiene que ver el bloqueo con la pobreza productiva de nuestras fábricas? ¿Qué tiene que ver el bloqueo con la corrupción administrativa? ¿Qué tiene que ver el bloqueo con la falta de estímulos de nuestros trabajadores y campesinos para producir? ¿Qué tiene que ver el bloqueo, para que en una supuesta dictadura del proletariado, sean estos los que más miserablemente viven? Luego intenta usted venir a demostrarnos que tenemos la mejor democracia del mundo. ¿Que sabe usted lo que sucede internamente en Cuba con el sistema democrático que tenemos? Le aseguro que es mejor que el existente en el capitalismo, donde se elige el que más recursos financieros posee, pero le aseguro también que no es el ejemplo que debemos mantener en el futuro, porque tras décadas de ejercerlo lo lógico es que tenga imperfecciones, que usted no puede notarlas porque no vive en el país. Considero inútil rebatir todos los argumentos expuestos por usted en su artículo, en definitiva no está aquí con nuestro pueblo para vivir de primera mano en una sociedad tan problemática y con tanto porvenir; pero no quiero abandonar el debate sin expresarle que aquí no hay adulteración alguna de los pensamientos de Marx, pensador que nunca intentó vender el socialismo por recetas, sino que solo nos legó un instrumento para transformar cientificamente la sociedad. Agregarle que tampoco pretendemos ser auténticos, porque siempre que apellidamos al marxismo lo echamos a perder, nada más recordar el marxismo estalinista y ello puede darnos una somera idea de lo costoso que es apellidar la teoría de Marx. Finalmente recordarle que Marx aceptó que es vital la propiedad para que el obrero se sintiera liberado de la enajenación del salario. Nadie produce amorosamente en la propiedad de otro, así sea estatal, aún cuando ese estado revierta parte del plusproducto que produce el obrero en bienes para la sociedad, menos si lo hace sin preguntarle a la clase trabajadora cuánto y dónde va a invertir ese plusproducto. Cuando hablemos de socialismo, hay que hablar de la socialización de los medios de producción y no del poder estatal sobre los mismos. Ya llevamos cincuenta años con los medios estatizados y la resultante no es nada halagüeña. ¿No cree que los comunistas cubanos dieron a la burocracia suficiente tiempo para socializar esos medios? Más que “auténticos marxistas” como usted nos califica, debe decirnos “marxistas pacientes”, con una gran dosis de patriotismo para salvar el socialismo en nuestro país. Francotirador del Cauto Julio 12 del 2010 francotiradordelcauto@yahoo.es http://francotiradordelcauto.blogia.com/ http//francotiradordelcauto.pookeo.net/

Apuntemos al cielo

Riflexiones

Leí en una ocasión, en una de esas novelas inéditas que circula de mano en mano en la isla, a un abuelo que le aconsejaba a su nieto que si apuntaba al cielo pusiera en la mirilla a Dios, porque él era el responsable directo de todo lo que sucedía en el planeta. Receta, que de ser cierta, no se aplica en el artículo titulado “Antisistemas habaneros: Tontos útiles del fascismo”, en las que el autor la emprende contra los jóvenes de la calle G.

Dejenme decirles que todos hemos sido jóvenes y teniendo ello en cuenta y si hemos madurado normalmente, puede razonarse que ese fenómeno de la calle G, de nuestra ciudad habanera,  es un deficiencia cuya responsabilidad recae en la sociedad que debió educarlos y mostrarles un camino a seguir a esos adolescentes.

La generación nuestra del 60 tuvo siempre una tarea social que desarrollar y vivimos una época en que la doble moral, el secretismo de estado y el verticalismo aún no habia deformado a nuestra sociedad. Era una generación que tenía como meta el socialismo. ¿Cuál es la meta que tienen los jóvenes de la calle G? ¿Quedarse en la isla y mostrar su inconformidad con el sistema que no les da oportunidades meritorias o emigrar?

Desmenucemos el artículo para ver por donde ruedan las piedras. ¿Quién le ha dicho a persona alguna que la Revolución nos ha dado el derecho humano de nacer? Los niños nacen con Revolución o sin ella. ¿Es que acaso ahora vamos a darle connotación ideológica al semen?

¿Cómo persona alguna a esta altura puede afirmar que el estado cubano no ha hecho concesiones ideológicas, con los recientes pasos dados por el gobierno cubano, que prefiere dialogar con la Iglesia Católica a espaldas de su pueblo?  Incluso, si hubieran hecho esas concesiones a los protestantes hubiera sido esa actitud un poco más consecuente, ya que al menos ese sector de la religión cubana se les ve cada año luchando en los Estados Unidos en contra del bloqueo y tratando de hacer llegar a Cuba su solidaridad mlitante?

¿Acaso este señor hace un olvido grande del período especial, etapa que puso en crisis todo nuestro sistema de valores?

¿Quien ha dicho que esos jóvenes quieren capitalismo? Esos jóvenes lo que quieren es vengarse de una sociedad donde prima la doble moral. Ellos no crearon esa doble moral, la imitan, de sus padres, de sus profesores, de la sociedad que los rodea.

Me enoja que alguien asevere que esos jóvenes nacidos con una serie de derechos básicos que sus padres jamás disfrutaron fueron logrados a costa de la sangre vertida por los jóvenes de los 60 del siglo pasado.

Amigo, pertenezco a esa generación de jóvenes de los 60 a los que haces referencia y te juro que si el sacrificio hecho fue en vano no se lo debemos a esos jóvenes de la calle G, sino a la debacle económico, social y política en la que nos encontramos. Y precisamente esos adolescentes, a los que debimos darles un futuro luminoso, no son culpables de nada de los que nos sucede, sino el producto de nuestros errores.

Nadie quiere ser como los jóvenes de Haití o el Congo, pero es que ninguno de esos pueblos ha logrado aún una revolución tirunfante y nosotros la tuvimos y Fidel dice que la estamos matando todos los días, y el hedor de esa matanza puede percibirse en la calle G. ¿Acaso no tienes olfato?

Así que los jóvenes se autoexcluyen. Tienes mirada corta, muchachón. Debistes decir que los excluyen, los marginan y los ignoran, a nosotros los viejos también, lo que sucede es que por la edad ya no podemos andar de hippies por ahí, porque nos dirían ridículos, pero ganas no me faltan de comenzar a citar a los jóvenes de los sesenta del siglo pasado, para comenzar a hacer tertulias al lado de la estatua de John Lennon, ahí en el Vedado, eso si, con un médico de la familia cerca, porque estos viejos aún se alteran y se les sube la presión cuando vemos las barbaridades que ocurren a diario.

Así que los jóvenes de la calle G son contestarios. Te quedas con el doble nueve enganchado. Toda juventud es contestataria, lo que necesita es que la sociedad canalice esas energías, esas ganas de hacer algo distinto, de mejorar la sociedad en la que viven, de crear un futuro mejor. Pero si carecen de los instrumentos necesarios no les queda otra alternativa que censurar la sociedad que los reprime, que los aparta.

Es más, nuestra generación estuvo conformada de jóvenes altruistas, lo dimos todo en aras de un futuro mejor. Nuestra generación anterior no fue así. Surgió una  meritocracia que se creyó con el deber y la obligación de jamás ceder el poder a las nuevas generaciones. Todavía hoy, y ya en casi la cuarta edad, siguen dirigiendo.

Los jóvenes del 60 anda por ahí, de choferes de alquiler, de guardias de seguridad, de parqueadores, de trabajadores simples y todavía pensando en construir el socialismo, ese que de una vez le de a los obreros la riendas del poder y siguen tan apegados a Marx como a Martí.

Argumenta el escritor que esos jóvenes ansían el sueño americano, pero le pregunto, ¿quien no prefieren soñar en cualquier cosa, aunque sea una ilusión, una mentira, ante la pesadilla real que los atenaza? Yo a veces sueño que salgo paseando dado de la mano con Marilyn Monroe por todo el malecón habanero.Espero que no me digan por eso que soy contestario.

El autor cailifica a esos muchachos excéntricos por la noche, cobardes por el día, y argumenta que donde no hay base ideológica la cobardía estará siempre presente. Los censura por esconder su rebeldía. Ruego porque eso siga sucediendo, Sr. Alvarez, porque puede usted explicarme que pasaría el día que esos muchachos se llenen de valor y salgan a protestar a la calle, a hacer valer sus derechos, a luchar porque no se les margine de la sociedad.

¿Conoce usted Sr. Alvarez a lo que estaría dispuesto el estado cubano por mantener a su burocracia en el poder? Dejeme decirle, que cuando el campo socialista se hacía pedazos por sus propios errores, yo presencié, entonces, una conferencia del aquel que era Secretario Ideológico del Partido, Carlos Aldana, y lo oí aseverar que si tenían que sacar los tanques a la calle lo sacarían. No creo que esa posibilidad se haya disipado.

Luego se asevera en el artículo “los grupos antisistema occidentales no disimulan, pero esa diferencia no está vinculada a la "libertad" de la que, supuestamente, disfrutan, ya que son constantemente reprimidos, apaleados y encarcelados. Éstos tienen conciencia de clase”.

Resulta ser que nosotros al parecer estamos en occidente y somos occidentales y nuestra policia actual aplica los mismos métodos, reprimen, apalean y encarcelan.Conozco de primera mano hechos concretos en el pasado reciente, tan recientes como ayer mismo, en la que tres policias en la calle 70 de Playa la emprendieron contra un chofer de un auto, tres contra uno. A eso, señor Alvarez si puede llamarsele cobardía, como puede llamarsele cobardía estatal el reclutar jóvenes de las provincias orientales para que vengan a hacer en La Habana lo que no quiere hacer el habanero: reprimir a la población.

No es snobismo lo que tiene lugar en la calle G, son los primeros síntomas de una sociedad que se pudre, que está enferma y no aparece el remedio o el remedio existe y no se le quiere dar. No me venga con esos cuentos que intentan  apergoyar a jóvenes indefensos y confundidos por una sociedad que no los sabe educar.

Le recomiendo entonces que la próxima vez que apunte al cielo, ponga en la mirilla a Dios que es el principal culpable. Ahora su disparo, ni siquiera rozó la copa de los árboles.

Francotirador del Cauto

Julio 7 del 2010

 

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Galgos, podencos o zorrillos

Riflexiones
Tengo una nietecita pequeña que cada mañana, cuando se levanta, viene a besarme y a comprometerse a portarse bien durante el día. Y este es el ejemplo más fehaciente de cómo Dios y el Diablo anidan en cada corazón. El beso infantil sabe a gloria, pero el compromiso de portarse, ni siquiera medianamente bien, queda cada día para las calendas griegas.
No hay forma humana de lograr que ese diablillo entre en razones, porque es como si el día que vive fuera el último.
Y cada noche la misma liturgía.
-Abuelito un beso.
- A ver deme un beso, pero de esos riquisimos que me da esta princesita mía.
Entonces me da unos de esos baboseos largos, restregados, y está vez quizás con más razón, creyendo que es la última caricia que le da a este viejo que la complace cada día y que ve en cada una de sus diabluras un motivo para reir.
Y entonces la pregunta infantil no falta.
-¿Abuelo cómo me porte hoy?
-Requetemal, le respondo intentando seriedad. Y ella se sonríe y responde también con su mímica risueña que al día siguIente se portará mejor.
Y en el aquello de que la bebita tiene un mundo por delante, el cual a mí me escasea, me complazco con pensar que ya llegará el día en que madure y adquiera el fundamento necesario para hacer de su vida algo útil, y donde no le faltará ejemplo de paciencia, esa que recibió del abuelo, para comprender el mundo, a veces irracional, que nos rodea.
Y si les traigo a colación esta anécdota personal no es para conmoverlos, porque supongo que millones de abuelos cada día pasarán por la misma experiencia, sino para recordar que el cubano, como pueblo, ha derrochado durante cinco décadas paciencia, amor, sinsabores, alegrías, en fín, todas las pasiones negativa y positivas que nuestra generación pudo experimentar, tal y como sucede con otro cualquier pueblo del planeta. No por gusto Martí nos legó esa idea de que Patria es humanidad.
Y a tono con esos nuevos bríos de la Iglesia Católica cubana es que surge esta reflexión personal, precisamente para establecer si los que corren son galgos, podencos o zorrillos.
Discutir, para el cubano, es algo tan natural como la luz del día, incluso no peco si afirmo, que es difícil encontrar una conversación entre cubanos donde la pasión esté ausente y mucho menos la jocosidad. No en vano hay quien afirma por ahí que el cubano se rie hasta de la muerte.
Y desde hace dos décadas el cubano discute, propone y se rie de su propia sociedad, pero ello no lo hace tonto, si quiere comprobarlo metanos el dedo en la boca. Hay que ser increiblemente ingenuo para aceptar que desde el exterior vengan cubanos a aconsejarnos que debamos arribar a una razón pura, de ese tipo de razones que no debe estar acompañada de los prejuicios y de la pasión. Una especie de razón insipida para lograr el reencuentro.
Y me hablan de reencuentro como si los que se hubieran ido del país hubieran sido los once millones de cubanos que nos hemos quedado aquí siempre, enfrentándolo todo, lo bueno y lo malo, lo hecho y lo por hacer y que nunca hemos dejado de estar bien encontrados.
Es como si el novio llegara a casa del padre de la novia a imponer una “razón pura”, desapasionada y desprejuiciada, que le permita hacer con la pretendiente lo que le venga en ganas. Si nos la hemos pasado durante cinco décadas sin el reencuentro, ¿Cuál es el apuro ahora?
Ahhhh. Rio revuelto ganancias de pescadores. Está por ver entre esos despotricados protagonistas del reencuentro, cuántos están por el socialismo en Cuba. A mí, por el aquello de nada más confiar en aquellos que tienen futuro, más que en aquellos a los que les conozco demasiado bien el pasado, entre ellos a nuestra ahora ponderada y preocupada Iglesia Católica y por la otra, esa emigración que por mil razones nos dejó en la estacada, pues cada día me reafirmo más en mis prejuicios y pasiones y la razón trato de encontrarla en mis congéneres de acá, sin que necesariamente tenga que ser tan pura como lo reclaman los de allá.
Alerto, esto nada más que es mi criterio personal, quiere decir de una persona. Y no deseo que algunos detractores vengan a colgarme el papelito de retrogrado que no está de acuerdo con el reencuentro familiar.
Quiero aclarar que estoy de acuerdo en que todos debemos hacer un exámen de conciencia. Muchos fuera son personas decentes, muchos dentro no tanto. Así que no tengo problemas de estrechar la mano de un emigrante y reconocer que a algunos los obligamos a marcharse. Aunque si tengo reticencias a conversar con un emigrado desde una posición de la derrota que no hemos tenido.
Sí, estoy de acuerdo con la reunificación y el regreso, pero al estilo del hijo pródigo: regresas, pero sin condiciones y ello me causará alegria infinita. Por el camino hasta podemos negociar como mejorar la casa, pero esas recetas que traes de los lugares donde estuvistes durante la ausencia del hogar, no son recetas criollas, como tampoco lo fue el socialismo estaliniano que se pudre hoy en nuestra sociedad. Dame futuro, no recetas del pasado, y al menos considera que el hueso se lo comieron los de adentro.
No es lo mismo estar enfrentrando a los terroristas en el territorio nacional que condenándolo desde otra parte del mundo, eso es solidaridad que no pasa por el riesgo personal. Luego, antes de proponer que aplaquemos nuestras pasiones, piensa quién respalda o garantiza esa teoría de que aquí no ha pasado nada ni pasará, que el enemigo se ha aletargado, que se ha cortado las garras y ahora se las manicura diariamente, que podemos abandonar nuestra mentalidad de soldados para permitirle al que emigró que venga a invertir su dinero en nuestra economía, cuando de lo que se trata es de socializarla y no privatizarla.
Quiero ver a esos protagonistas desfilando en Washington y otras ciudades de Estados Unidos oponiéndose al bloqueo contra Cuba, exigiendo que juzguen a los terroristas que se pasean sin temor por las calles norteamericanas, pero hacerlo de forma militante, como lo ha hecho nuestro pueblo durante 50 años. No solamente desde posiciones académicas, sino de forma pesonal y militante.
Esos académicos de la emigración que nos visitaron, que en nada se parecen a los nuestros de acá, por lo general son capaces de arribar a verdades incontrovertibles, en definitiva a eso se dedican, a hallar la verdad, pero pocos saben salir a buscarla y dominarla. Para ello no es necesario ser académicos, sino tener una buena dosis de olfato político y una herramienta que nos legó Marx que se llama marxismo, aparte de otras dotes, que a los de acá siempre les han sobrado: ética revolucionaria y compromiso social con su pueblo.
De entrada, el gobierno norteamericano debe haber insertado en ese conclave de la Iglesia sus “amiguitos”, vaya usted a saber quien es quien en ese conglomerado, de cualquier forma, coincido con muchas de las verdades que allí se dijeron, pero iremediablemente, a la hora de las recetas y de montarnos en ese ómnibus, es preferible seguir a pie. Caminar es bueno para la salud.
Todo está muy bonito, pero nada de lo que allí se discutió nos ayuda a solucionar los problemas que internamente los cubanos si podemos resolver. La crisis ecomómica que vive el país no se soluciona liberando presos, permitiendo a las Damas de Blancio hacer ejercicios los domingos en la Quinta Avenida, ni faciilitando la reunificación familiar. Todo eso está muy bonito, pero solucionando mañana mismo esos temas, el cuartico, como dice la canción, quedará igualito. Esos no son los problemas vitales de nuestra sociedad. Y además, soy de la opinión, de que todas esas cosas puede decidirlas nuestro estado sin consultarlas con nadie.
Por ello, todo lo que me distrae de lo fundamental de nuestra sociedad es para mi pan y circo. Es como el ron y la cuchufleta que aconsejaba un Capitan General español en el Siglo XIX para entretener y mantener pacíficos a los cubanos.
Aquí en el patio conocemos al pájaro por la cagada, pero en toda esa fauna que arribó al conclave de la Iglesia es muy dificil conocer quien corre como galgo, quien como podenco o quien solo es un simple zorrillo que quiere colarnos por el sotáno lo que destruimos hace cincuenta años.
Hay, para mi, más valores de cubanía en los jóvenes de la Calle G que no emigran y enfrentan a una sociedad que no los comprende, que aquellos que emigraron, por la razón que fuese, y quieren ahora un regreso y… victoriosos. Y no es que el emigrado deje de ser cubano o confiable para mí. No, lo que sucede es que siento más confianza en aquel que estuvo junto a mi cuando Girón, en la Crisis de Octubre, ante cada amenaza de los yanquis de agredirnos y sepultarnos en el Caribe, siento más confianza en ese vecino que se ha comido junto a mi dos décadas de sacrificios por tratar de que no se hunda nuestra Revolución. Desde que el mundo es mundo es más confiable aquel que rie y llora junto a nosotros.
Entonces, queridos hermanos de la emigración, si quieren llegar a nosotros tengan en cuenta nuestros prejuicios y razones hallando la verdad, porque esos prejuicios y razones, válidos o no hoy en día, los adquirimos en la lucha diaria contra el imperio y contra las arbitrariedades de nuestro socialismo virtual, que nunca fue real.
De cualquier forma queda aún mucho por decir, pero de lo que no hay duda es que el pueblo cubano aún no ha tomado la palabra para hacerse escuchar.
Está por ver esa decisión estatal de la burocracia para permitir que los cubanos, esos que nunca han ido a parte alguna, que han defendido a capa y espada lo bueno y lo malo de esta Revolución, se reúnan para reflexionar y a discernir sobre el futuro de la patria. Ese es el único mediador confiable en este momento de indefiniciones para los que dirigen.
Además, no creo en promesas de que los emigrados se van a portar bien. Tengo muy cerca la experiencia de mi nietecita. Dios y el Diablo anidarán siempre en nuestros corazones, o como diría aquel film brasileño, en la tierra del sol.
Francotirador del Cauto
Julo 2 del 2010.
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Loco en ayuno voluntario, según diario Granma

Riflexiones
Apolonio no es el hijo de Apolo, sino de Ernestina y Alberto. Ella ama de casa y él un electricita automotriz que siempre confió en que el socialismo cubano lo iba a liberar. Al final una jubilación de 180 pesos y una diabetes que lo llevará hasta el final.
Eso si, bien atendido por el médico de la familia y la medicina no le falta. Pero Alberto nunca ha dejado de ser un infeliz. Cuando le llegas al corazón en una conversación no deja de reconocer que en el capitalismo vivía mejor.
De socialismo no le hables. El que él conoció solo sirvió, como dice él, para encadenarle el criterio y para nunca liberarlo del condenado salario, peor que el que tenía cuando trabajaba en el capitalismo.
-Alberto, tus hijos tuivieron educación y salud pública gratis.
-Si, pero a cambio de mi silencio, de ser un cordero toda la vida. Y yo estudié en el capitalismo siendo hijo de obrero.
Nada, desagradecido que es el cubano. Pero para que hablo de Alberto, si el motivo de mi artículo es Apolonio, el que no es hijo de Apolo, solo el hijo de Ernestina y Alberto. Electricista automotriz, igual que su padre, incluso, tan desinformado de todo como su padre y como casi once millonesde cubanos.
Pues venía el infeliz de Apolonio desdela parada del ómnibus, oliendo como a cien persnas que usan el mismo omnibus, con el Granma debajo del sobaco, asumiendo el diario el olor de un obrero con 8 horas de trabajo y dos en omnibus ida y vuelta, por supuesto sin desodorante acreditado, y de pronto se detiene y me pregunta:
-Sniper,¿ quien coño es Guillermo Fariñas?
-¿Quién?
-Este tipo que le han dedicado hoy, sábado 3 de julio, las páginas 4 y 5 de Granma sin decir quien coño es. ¿Es expedicionario del Granma? ¿Héroe de Playa Girón, o de Angola o Etiopía? ¿Es un científico destacado?
Yo, como solo leo el Granma cuando alguien me cuestiona una de sus barbaridades, pues no había leido el cuestionado artículo.
-A ver, Apolonio, dame el sobaqueado Granma que traes bajo el brazo.
Increible, la tal periodista, quien contra toda técnica informativa, sin hablar ya de una ética personal, sopla una entrevista de dos páginas de un diario sin mencionar quien es Guillermo Fariñas. ¡Caballeros, aquí cualquiera es periodista!
Efectivamente, la periodista de marras se gasta par de páginas del diario ofic ial del Partido, no se si partido en dos o en cien, sin decirle al cubano, ¿para que?, no vale la pena, quién es ese hombre que lleva 120 días en huelga de hambre.
No se lo que ello signifique para el diario Granma, pero para mi ser comunista es respetar las ideas de ese ciudadano, que equivocadas o no, las defiende con hombría. Mis respetos por Fariñás, el hombre que para Granma es un orate que lleva 120 dias haciendo ayuno voluntario, quizás para poner a prueba la calidad de la salud pública cubana.
Nadie que como periodista se respete redacta esta maravilla de no decir nada, o de ocultar lo que realmente es información.
Pero bueno, asi es este mundo real maravilloso que nos legaron nuestros padres.
Asi, como quien no quiere las cosas, parece que vivimos en Macondo, pobladores que hacen fiestas cuando conocen el hielo, y de hombres, ya van dos, que hacen huelgas de hambre hasta la muerte, para demostrar cuán humanitaria es la medicina cubana.
Francotirador del Cauto
3 de julio del 2010
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