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francotiradordelcauto

Me quedo con Abilio

Hay ejemplos que le ponen a uno los pelos de punta.

Ayer ,10 de noviembre, leía un artículo analítico del diario Granma sobre la agricultura y me sorprendí  al conocer  que en la Empresa Agropecuaria de Artemisa, después de todas las nuevas medidas organizativas tomadas, el salario promedio de los obreros  apenas rebasa los 600 pesos mensuales.

Es decir, que un obrero agrícola, que se rompe el lomo en el campo durante el mes, no gana siquiera el sueldo de un militar o de un burócrata de la capital.

A veces pienso que los periodistas de nuestros medios piensan que el cubano es idiota Después de estar durante años hablando del socialismo participativo, de la autogestión, de las cooperativas, como forma saludable de fortalecer el socialismo en nuestro país, ahora el diario, órgano del Partido Comunista Cubano, nos sale con una nueva categoría económico filosófica: los colectivos laborales.

Según el órgano del partido cubano, en este proceso de reorganización de sus fuerzas, el Ministerio de la Agricultura le concede atención preferencial a la creación de los colectivos de trabajadores considerados la célula básica de la producción.

Estos obreros agrícolas pueden constituirse en una finca, una vaquería, un taller…como centro de costo con su plan, miden gastos e ingresos y les da participación a los obreros en las decisiones, incluso tienen la facultad de aprobar a sus jefes.

Amplía la nota que en estos momentos el sistema de la agricultura tiene identificado 56 459 colectivos laborales de este tipo con 468 377 trabajadores.

Entrevistado  un obrero,  este comentó  que al tener como promedio 10 integrantes o menos, esos colectivos se convertían  en  “un centro de pequeño formato”  (nunca he oído a un guajiro expresarse de esa forma), donde la integralidad y la autodisciplina se convierten en una carta de triunfo al aprovecharse mucho mejor los recursos y no esperar soluciones de arriba.

¿Donde radican los problemas?

 En primer lugar hay una decisión estatal de entregar la tierra a quien la produce, y esta misma prensa se ha hecho eco de la tardanza y obstáculos que la burocracia opone a  tal decisión. Ahora vemos que  el Ministerio de la Agricultura anda por otros caminos que es la de los “colectivos laborales”, y no la entrega de la tierra a quien la trabaja.

Estos llamados “colectivos” adolecen de dos problemas; la primera, que el campesino no tiene la tierra en usufructo; segundo, el estado se queda con el plus producto  y se limita a comprar la fuerza de trabajo al campesino; tercero, como ha quedado probado en 50 años de revolución, ese obrero no se siente dueños de los medios ni del objeto de producción, y en alguna  medida a la larga comenzarán los desvíos de recursos y la corrupción que hoy regentea en el sector productivo del país, porque 600 pesos , son 25 CUC  al cambio.

Esto nos demuestra que estamos EN MÁS DE LO MISMO, menos en dar pasos sólidos hacia el socialismo,

Un día antes, el mismo diario nos informa de los resultados del pleno del Comité Provincial del Partido en la capital, y anota que la primera secretaria del Partido de Ciudad Habana, Lázara Mercedes López Acea, se pronunció contra el descontrol administrativo, léase burocrático,  que facilitan los hechos delictivos.

A estas alturas esa dirigente partidista aludió al desarrollo de la recuperación de las tierras ociosas y deficientemente explotadas para la producción de alimentos.

Las principales dificultades del sector  -según López Acea-  radica en la dilatada concertación de los contratos, demora en la limpia de las áreas, deficiente utilización de los espacios y la falta de sistematicidad en el control de las comisiones agrarias, la carencia de implementos agrícolas e insumos, atraso en la entrega de semillas, falta de servicio eléctrico, necesidad de sistemas de riego, bombas para pozos y capacitación de los productores.

Como dice el cubano, esto es el resultado de muchos caciques y pocos indios. La mayoría de esas deficiencias caen bajo la responsabilidad de la burocracia y no en la del obrero agrícola, y de seguro que todas esas calamidades también afectan a esos “colectivos laborales” a que nos referíamos al principio.

Por supuesto no veo por ningún lado un análisis de las causas y los responsables de las perdidas de toneladas de alimentos  por la deficiente recogida y transportación  en las pasadas  cosechas de tomate, arroz y otros productos del agro.

De cualquier forma la realidad se impone, porque según Granma, Abilio Conde, campesino camagüeyano integrante de una cooperativa de crédito y servicio, produce en su finca mil litros de leche diarios,  y ha hecho una entrega anual, ese campesino solito,  de 331 mil litros de leche.

La producción de Abilio Conde le representa a Cuba un ahorro de 106 mil dólares por la cantidad de leche en polvo que el país dejo de adquirir en el mercado internacional que tiene un precio de 3 200 dólares la tonelada.

Así a la ligera, me quedo con Abilio Conde con su producción segura y miro con recelo los nuevos “colectivos laborales” de la agricultura.

Francotirador del Cauto

francotiradordelxcauto@yahoo.es

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