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francotiradordelcauto

Pescar es un dilema en Cuba.

El refranero popular cubano advierte que dos grandes satisfacciones tiene el dueño de una embarcación en el país: la primera, cuando la construye o la compra, la segunda cuando la vende o se deshace de ella.

Esta es una de las propiedades que en Cuba causan mayores disgustos y desazones a sus propietarios como consecuencia de la intrincada serie de regulaciones y prohibiciones a las que se ven sometidas.

En las últimas semanas la Capitanía del Puerto Habana, órgano perteneciente a Tropas Guardafronteras, viene dando reuniones con los dueños de embarcaciones privadas asociados a las bases de pesca deportiva de la capital.

Como siempre, la información suministrada se refiere a nuevas regulaciones y prohibiciones, como por ejemplo, la ratificación de que queda prohibida la circulación de esas embarcaciones a menos de 250 metros de la costa en el tramo comprendido entre la desembocadura del Rio Almendares y el Morro de La Habana.

¿Razones? No preguntes, pero todos los presentes saben que se debe a que en esa zona queda la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba y fue allí donde hace varios meses arribó una balsa que pretendía emigrar hacia Estadios Unidos y el oleaje y la corriente la arrastró hasta allí. ¿Coincidencia? ¿Quién sabe?

Lo real es que dados los pocos pesqueros que quedan en las costas del litoral habanero queda ahora prohibida la pesca en lo que se conoce como la corona, situada frente por frente a la sede yanqui.

Algunos pescadores refunfuñan, discrepan a viva voz con el funcionario de guardafronteras, quien solo sabe responder que son las regulaciones y prohibiciones aprobadas desde arriba.

Todavía hay un crédulo que pide la palabra y pregunta ¿cómo es posible que con el decursar de los años haya tanto divorcio entre los pescadores deportivos y las autoridades de guardafronteras? Antes, recordó, cada pescador era un auxiliar de guardafronteras en el mar, ahora es un represaliado más y te miran con dudas y resquemor.

Todos esos funcionarios gubernamentales olvidan que esos pescadores que llevan más de 40 años  en esas bases deportivas vivieron las experiencias del Mariel y del 1994 y no vendieron sus embarcaciones, ni emigraron, y decidieron echar cuerpo a tierra con su Revolución. Los que se fueron –afirman-se liberaron de todas estas trabas absurdas que nos imponen para navegar.

Otra de las prohibiciones está referida a los límites de la navegación, limitada a tres millas de la costa, cuando la Constitución establece 12 millas de mar territorial, para no referirnos al mar económico, negativas que se contradicen  con las nuevas disposiciones comerciales establecidas para que los habaneros puedan adquirir pescado fresco en los mercados.

Todos conocen que nuestras famosas flotas de pesca desaparecieron del mapa productivo cubano, la cubana, la del golfo, la de plataforma y el pescado fresco y el congelado está ausente la mayor parte del tiempo de la mesa cubana.

Mercomar, institución de un Ministerio de la Pesca sin embarcaciones, da la facilidad a que los dueños de lanchas deportivas se dediquen a la pesca comercial mediante un contrato, que establece los precios de compra, mientras no facilita ni un anzuelo para la consecución de esos fines, ni combustible a precio diferenciado para esas faenas de pesca.

Firmado el contrato es necesario aplicar por un permiso especial para la navegación, que expide  la Capitanía del Puerto Habana, con la incongruencia de que mientras el contrato de Mercomar tiene validez por un año, el de Capitanía solo tiene seis meses, obligando al pescador a esos engorrosos trámites dos veces al año.

Por otra parte, cuando se hace el contrato con Mercomar, el dueño de embarcación debe establecer quienes serán los tripulantes de su embarcación y si por si acaso este o estos enferman y no pueden salir de pesca, el dueño no tiene la alternativa de usar a otros pescadores de su entorno.

Antes de surgir esta variante de Mercomar los pescadores de las distintas bases de pesca del territorio habanero se dedicaban a la pesca comercial sin tantas restricciones y vendían la libra de pescado en el mercado negro a dólar la libra, en las tiendas de Mercomar hoy casi doblan el precio.

La diferencia entre la pesca deportiva y comercial lo determina las artes de pesca a utilizar, y en el caso de la comercial el quid de la cuestión está en que el pescador puede utilizar el palangre para el acopio de pescado.

La pesca deportiva se enrola como Lista Quinta y la comercial como Lista Tercera. Ahora, con la regulación de Mercomar, La Lista Quinta puede hacer pesca comercial.

Esto es un absurdo y me pregunto ¿Por qué el estado no favorece la pesca en cooperativas o individual como existía en Cuba antes de 1959 y se encarga de la comercialización del producto? Porque establecer esa mescolanza.

Resulta ser que ahora para hacer la pesca comercial en barcos privados  el pescador tiene que tener la aprobación del Instituto Nacional de Deporte y Recreación (INDER), Mercomar y la Capitanía del Puerto. Si esto no es más burocratismo, que me maten. Demasiados caciques para tan pocos indios.

La buena noticia de estas reuniones es que ahora se pueden importar motores desde el exterior, pero ojo, la prohibición también está en esta buena nueva, solo pueden importarse motores de 10 caballos de fuerza y con la autorización de la Capitanía del Puerto.

Tras esa autorización entonces usted puede hacer los trámites con la Aduana General de la República, con el vendedor en el extranjero, después con el  importador cubano, para finalmente adquirir un motor equiparable a la fuerza de un par de remos.

De pasada una critica del estado contra los balseros de La Habana, esos muchachos que cada noche salen en cámaras a quitarle al mar algo de pescado a riesgo de sus propias vidas. Prohibido remolcarlos de regreso a la costa, y si lo hacen hay que entregarlos directos en el puesto de Guardafronteras, donde los multan por hacerse a la mar sin la seguridad marítima requerida. Si no cumples con esa regulación las multas pueden ir desde 500 hasta 10 mil pesos y la confiscación de la embarcación.

Olvida este funcionario que esos muchachos salen a la mar en balsas, entre otras razones,  por las prohibiciones existentes para la construcción de pequeñas embarcaciones que existen en el país.

¿Todas estas sandeces son la consecuencia del bloqueo yanqui y de la ley de ajuste cubano? Argumentar en esa dirección sería una simpleza más en esa sarta de regulaciones.

Detrás de todo ello solo se aprecia una falta de profesionalidad y una desconfianza extrema hacia los que se quedaron. Falta de profesionalidad y desconfianza engendran esta ola de regulaciones para una actividad que en este país siempre fue libre.

Lo que si parece una tragicomedia es que el estado este dependiendo de una flota de pequeñas embarcaciones  para brindar pescado fresco a la población, después de haber poseído flotas millonarias en el pasado. ¿Qué pasó con ellas? Jamás he leído una explicación convincente acerca del tema.

No me cabe en la cabeza que flotas que pescaban millones de toneladas de pescado se hayan arruinado, y es una heroicidad que transcurrido 50 años el pequeño propietario conserve, a pesar de todas las regulaciones y prohibiciones, su pequeño bote para la supervivencia.

Porque, amigos, dejémonos de darle vueltas al panque, el pequeño propietario de embarcación siempre vivió de ella y vendía pescado a la población ilegalmente. Aquí la pesca deportiva era una falacia, salvo para el burócrata acomodado que posee su yate resguardado  y cuidado  en la dársena del Destacamento Habana, perteneciente a Guardafronteras.

Ese puede darse el lujo de comprar a más de un dólar el litro de petróleo y gastar 40 0 50 dólares para curricanear o pasear por el golfo sin tales limitaciones.

EL pequeño pescador es un obrero del mar, y al parecer, en este mal llamado socialismo, las leyes son para mortificar al obrero.

Francotirador del Cauto

francotiradordelcauto@yahoo.es

 

 

2 comentarios

Crispin -

Rectifico mi comentario anterior, pues a partir de Agosto del pasado año se puede salir a pescar en el bote de un amigo presentando el carnet de identidad.
Agracezco al Francotirador esta aclaración.
Saludos

Crispin -

Saludos Francotirador:
Sólo te faltó agregar que el Carnet de Pesca Deportiva, sin el cual no puedes salir embarcado a pescar, lo entrega el INDER previa autorización del MININT, como es natural, después de hacer todas las verificaciones de tu comprometimiento político.
Saludos