Periodismo sin fobias

Riflexiones

Si alguna duda me quedaba de nuestra prensa, olvidada está al leer el artículo  de Katia Siberia en el diario  Granma sobre el periodismo con fobias.

Me reafirma además, que nuestra burocracia está bien afincada y que vamos a tenerle que dar candela, como al macao, para que salgan de la madriguera donde se han refugiado.

El azoro de Katia me huele más a desespero, porque el periodismo cubano siempre fue oficialista, salvo en los últimos años, en que ha aflorado con mucha tibieza el periodismo investigativo, en los diarios cubanos  y en algunas revistas especializadas.

¿A que temen esos funcionarios que sin autorizo no dan entrevistas o no permiten fotos en sus centros de trabajo? Es, estimada Katia, el síndrome del secreto,  el síndrome de fortaleza sitiada aplicado a toda la esfera de nuestra sociedad, el temor a que se descubra lo que se esconde, lo que funciona mal, el temor a perder cargos y las gratuidades que ello conlleva.

Pero es que no solo esos funcionarios fantasmas, que no quieren aparecer en la prensa, se amparan en el bloqueo y el acecho del enemigo, es que todo lo mal hecho y nuestras deficiencias internas a nivel de país se le han achacado a esas causantes.

El bloqueo nos ha hecho un gran daño económico, pero  ha hecho crecer a nuestro pueblo durante cinco décadas; sin embargo, el daño colateral en esa guerra ha sido que la burocracia se aferró a esa política agresiva yanqui para justificar sus desatinos, para endosarnos este bloqueo interno que padecemos los cubanos.

Esos rechazos de los funcionarios están muy acordes a la política de ordeno y mando que subsiste en nuestra sociedad, a la idea de que el pueblo, o los obreros, o la prensa, no deben inmiscuirse donde no se les llama.

¿Acaso recientemente no fue eliminado un artículo crítico del diario Juventud Rebelde? No vi por ninguna parte en nuestra prensa una aclaración, una defensa, una explicación. El artículo fue desaparecido de la web. ¿No se reflejó ahí también el síndrome mencionado?

Según Katia, estos “dirigentes del no a todo” lo que huela a prensa, incumplen la resolución del Buró Político, emitida en el 2007, para incrementar la eficacia informativa de los medios de comunicación.

¿Dónde estudian nuestros periodistas que no saben ser eficaces y hacer que sus medios  sean un instrumento efectivo en sus manos? ¿Eso depende de una decisión del Buró Político? Creo que por ahí andan los problemas.

Además, tenía entendido que el Buró Político no emitía resoluciones, porque no es un órgano de la administración central del estado, que son los facultados para ello. Hubiera sido más periodístico citar la fecha y el número de resolución, porque no la encuentro por lugar alguno.

De cualquier forma las razones que incomodan a Katia ya hace rato que no son secretos para los cubanos y es por ello el chiste de Liborio, de que si Napoleón hubiera tenido como vocero al diario Granma nadie se hubiera enterado de su derrota en Waterloo.

El Francotirador del Cauto

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