La cuestión racial en Cuba
Lic. Manuel Ángel Gracia
Quien inventó la palabra RAZA lo hizo para denigrar al hombre.
Don Fernando Ortiz
Sabio cubano
El Encuentro de historiadores bajo el lema “La cuestión racial en nuestras ciencias sociales”, tuvo lugar el pasado 13 de febrero en la Fortaleza de La Cabaña, durante la 19 Feria Internacional del Libro de La Habana.
Bajo la coordinación de Oscar Zaneti, los panelistas, Dra. María del Carmen Barcia, a la que se le dedica la feria y felicito por sus libros y el premio Ciencias Sociales obtenido por su obra “Los ilustre apellidos negros de la Habana colonial”, el Dr. Eduardo Torres-Cuevas, director de la Biblioteca Nacional, el Dr. Fernando Martínez Heredia, excelente intelectual y Rodrigo Espina, antropólogo, expusieron sobre el tratamiento que las Ciencias Sociales en Cuba le habían dado al tema del racismo desde la colonia hasta nuestros días.
El profesor Torres–Cuevas explicó cómo prestigiosos pensadores durante el período colonial, hombres que nos enseñaron a pensar y combatieron la esclavitud, como José Antonio Saco, eran unos racistas; los asistentes a las tertulias de Domingo del Monte, racistas también, y así una interminable lista de pensadores e intelectuales de nuestro país tanto del siglo XVIII como del XIX, del cual solo se salva nuestro grande José Martí. Del siglo XX hasta el 1959, solo se salva Guillen y sería el colmo tildarlo de racista pues él era negro.
Nos habla nuestro querido panelista de cómo al triunfar la Revolución entre los problemas que hereda estaba el racismo y de como el gobierno revolucionario se propuso darle una estocada mortífera para arrancarlo de la isla.
Y es cierto, el 24 de febrero de 1976, en acto solemne, era proclamada la nueva Constitución de la República que en su Capítulo VI: IGUALDAD expresa en el Artículo 41:
· Todos los ciudadanos gozan de iguales derechos y están sujetos a iguales deberes.
Artículo 42 expresa:
· La discriminación por motivo de raza, color de la piel, sexo, origen nacional, creencias religiosas y cualquier otra lesiva de la dignidad humana está proscrita y es sancionada por la ley. Las instituciones del Estado educan a todos, desde la más temprana edad, en el principio de la igualdad de los seres humanos.
También afirmó que los gobiernos, coloniales y los de la república mediatizada, jamás tocaron el tema del racismo e hicieron lo imposible para que no se debatiera en ningún foro social. Nos habló de la matanza de los Independientes de Color en el 1912, uno de los genocidios de nuestra historia.
Después le tocó el turno al antropólogo Rodrigo Espina, que con todo respeto y parafraseando su apellido, hurgó el espinoso tema de los estudios antropológicos y antropométricos que se han realizado en Cuba y de cómo fue una lucha subir esa cuesta para lograrlo, de las investigaciones de campo realizadas en los distintos barrios marginales de La Habana (Carraguao y Ataré) y de las hechas en los barrios marginales de Santiago de Cuba, (Ensueño y Los Hoyos). Nos demostró como los seres humanos no tenemos ninguna diferencia y estamos dotados de las mismas herramientas para pensar y hacer, que nadie genéticamente es inferior a otra persona por ser de una raza u otra; o sea, demostró la falsedad de los que pretenden desde la ciencia justificar el racismo.
Que decir de las intervenciones de la Dra. María del Carmen y el Dr. Martínez Heredia, ambos reforzaron la verdad de que problema racial prevalece en nuestro país y cómo hay que analizar este asunto y entre todos combatirlo.
Además todos coincidieron en el hecho de que también el gobierno revolucionario no había actuado como se debía haber hecho ante este fenómeno, que había dado por descontado de que el racismo no estaba presente en el país y que era suficiente con lo legislado y ante las señales de alarma dadas por diferentes investigadores, había optado por esconder el asunto, obviando que el problema pasaba del ámbito legal al cultural.
Después de escuchar las interesantes intervenciones, confieso que me quede con ganas, porque aprecié que a los panelistas les faltó análisis o valor.
Les digo pues mi opinión del tema el Racismo en Cuba.
Lo primero es que cuando los historiadores se empeñan en defender a una figura histórica de sus errores plantean el hecho de que eran hombres de sus tiempos, no les exijamos pensar como en nuestra época, pues bien, les aplico lo mismo a los pensadores cubanos que ocultaron el racismo aunque no los justifico.
Siguiendo la línea de los propios panelistas y en lo que concuerdan, si acusamos de racistas a los que nos gobernaron antes del 1959 por ocultar el hecho del fenómeno racismo y prohibir su debate en público, habría que decir también que los que nos gobiernan hoy son racistas, pues si bien legalmente eliminaron el racismo, prohibieron, por razones políticas, que se debatiera esta situación en público, y esto no lo afirmo yo sino los hechos y el que se quiera cerciorar que busque el tratamiento que le ha dado la intelectualidad de estos tiempos al tema, que busque cuantos libros hay publicados sobre los problemas de racialidad en la Cuba de hoy o cual es el tratamiento que le dan al hecho nuestros maestros.
Les digo mis queridos panelistas que el racismo es uno de los grandes problemas de Cuba y está condicionado a su vez por la coacción a la libertad de expresar lo que se piensa, se tenga la opinión que se tenga.
Nadie me puede negar que el hecho de tratar el tema de la racialidad y los problemas del racismo, tal como lo hacen hoy estos intelectuales, en décadas atrás les acarreara a todos ellos un gran problema, de lo menos que se les acusaría sería de diversionismo ideológico, de hacerle el juego al imperialismo, de traidor y contrarrevolucionario.
Siempre pasa lo mismo, si el tema no es tratado por la máxima dirección del gobierno y el partido entonces es tabú. Si se alza un voz planteando un hecho que nos perjudica a todos y el Estado sabe que se le ha ido de las manos o no lo puede resolver, entonces lo silencia a como de lugar, así pasa en la economía, en la agricultura, en la educación, en la salud pública, en casi todo.
Es una tendencia de nuestro estado el no permitir a la comunidad resolver sus problemas de manera directa, los actores sociales de la comunidad solo pueden actuar con el autorizo del Partido y el gobierno,
Todavía escondemos temas tan candentes y perjudiciales como la prostitución, que el colmo es no reconocerla y considerarla un hecho delictivo, sancionarla y no tenerla prevista como tal en el Código Penal, como si eso evitara su existencia, pero ojo no hablar del tema que te quemas.
Y esa es mi opinión sobre porque persisten hoy problemas tan candentes como el racismo por eso dije que a nuestros panelistas les faltó análisis profundo o valor.
Pero además nuestros panelistas no dieron suficiente tiempo para el debate. Como no pude preguntarles en ese momento porque en vez de preguntas lo que se hizo fue dar bombo y platillo a la intervención de algunos y otros se masturbaron intelectualmente sobre la base de sus propias teorías, ojo no me refiero a ninguno de los panelistas, hago las mías ahora con la esperanza de que cualquiera de ellos tenga la bondad de contestarlas.
¿Podemos definir como racista el actuar de nuestro gobierno al esconder y prohibir tanto el problema como la discusión del tema?
¿Cómo es posible que, aun después de proscribir legalmente esta conducta de odio ella siga presente en nuestra sociedad y qué motiva su mantenimiento?
¿Se puede afirmar que en Cuba existe ya una doble vía de odio racial entendiendo esto como la existencia del racismo tanto del ciudadano blanco hacia el negro como del ciudadano negro hacia el blanco?
Muchas gracia de antemano por si alguno de los panelistas me contesta.
Socialismo o barbarie
4 de febrero del 2010
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