Socialismo destarimado, estómago desfalcado.
Nunca es tarde para bien hacer; haz hoy lo que no hiciste ayer.
Riflexiones
El dicho popular de querer tapar el sol con un dedo se hace realidad constante en nuestro caimán y le queda como dedo al…, disculpen, como anillo al dedo, a todo aquel que pretende cargarle las culpas de nuestras deficiencias solo al factor humano en los productores.
Que en la población existan vagos, eso es normal en cualquier sociedad; pero la nuestra no es así. Como estás obligado a leer nuestra prensa diariamente, porque no hay otra, llegas a la conclusión incierta y falsa, que la población cubana es poco dada a producir y que en ocasiones nuestra prensa descubre a un obrero o un campesino que hace el trabajo del resto: algo muy a tono con el síndrome del pichón que le quieren endilgar.
Y la perorata viene por un artículo del Granma, del pasado miercoles 3 de marzo, titulado “Baches en las tarimas ¿pudieron aminorarse?, cuando en realidad debió reseñarse “baches en nuestro socialismo”, porque esos tipos de agujeros se perciben a lo largo y ancho del país en las carreteras, en la educación, en el deporte, en la cultura, en la producción y hasta en la ropa de los menesterosos que ya deambulan por nuestras calles.
Como si nuestra sociedad fuera un ente impersonal, ningún culpable aparece, al parecer es omniscienmte, omnipotente, omnipresente e innombrable.
Las tarimas están vacias a pesar de:
-que el aumento de los precios del producto beneficia a los productores y deprime a los consumidores
- la entrega de tierras ociosas entregadas en usufructo,
- la creación masiva de fincas,
- el uso más racional de las fuerzas y medios técnicos.
Y nuestros estómagos desfalcados se deben a:
-los productores no recibieron en el último trimestre del 2009 fertilizantes y productos químicos para proteger sus plantíos.
-fue insuficiente la entrega de combustible a los productores, (no recuerdo que haya faltado gasolina en los CUPET en ese trimestre para la venta de combustible en divisas a la población)
-la cosecha bananera atrasada al no disponerse del potasio imprescindible para el desarrollo de ese cultivo.
Y ya para empezar a poner el parche, anuncian que la recolección masiva de papa puede retrasarse por problemas de humedad (en este caso podremos echarle la culpa al juraco de la capa de ozono y sus consecuencias ambientales); y el periódico ubica en un segundo lugar, en este caso de la papa, que hubo demoras en cumplir la siembra a tiempo por la llegada tardía de las semillas de importación, lo que huele más a problemas organizativos que a cambios climaticos.
El artículo para explicar la falta de productos agrícolas en los mercados afirma que el primer problema radica en la producción, y el segundo, por las insuficiencias en la comercialización de las empresas agropecuarias, responsabilidad del Ministerio del Comercio Interior (MINCIN), ambas instancias se dirigen mediante la robótica, pues no aparece nombre alguno del responsable o responsables de estas deficiencias, que afectan la capa, no de ozono, sino de nuestros estómagos.
Parece que esos dirigentes del MINCIN no tienen grandes problemas para garantizar la alimentación en sus hogares, cuando han decidido comercializar solo las viandas de primera calidad. Las que no cumplen con esos estándares, el productor tiene que buscarle otros destinos, que usualmente son los estómagos de los puercos, porque el guajiro cubano no tiene transporte para llevarlo al mercado, el transporte es monopolio del estado.
Estos comerciales del MINCIN supongo hayan sido entrenados en Europa, Estados Unidos o Japón, lugares donde hay excedentes de producciones agrícolas. Aunque desde que el mundo es mundo, en los mercados hay viandas de primera, segunda y tercera clase y cada una tiene su precio. Es preferible comerse una papa, un plátano, un boniato, un tomate de tercera calidad a no comer vianda alguna, amén, de que siempre hay compradores con el dinero exiguo y usted le da la oportunidad de consumir acorde a su bolsillo.
El guajiro, con razón, se queja y argumenta que no puede haber máxima calidad al no disponer de los recursos imprescindibles.
El articulista de Granma expone con razón en que hay que comercializar y enviar a la población cuanto alimento sea posible y establecer precios que justifiquen la calidad.
Pero la burocracia se crece para que los vagos campesinos, que deben abastecer a la ciudad, doblen el lomo y se dejen de haraganear y para ello, mediante documento firmado y acuñado, disponen impedir, aunque tengan la documentación que corresponda, la entrada de camiones con viandas y hortalizas de otras provincias a Ciudad de La Habana. Ese camión que vire para atrás y que se le pudra la mercancía arriba.
Pero hay más de esta burocracia que atiende al agro cubano, la Comercializadora no le compra a los productores ají, pepino, habichuelas, acelga y otras hortalizas que están exiliadas del plato del cubano, por lo que esos guajiros holgazanes decidieron disminuir ese tipo de cosechas por no tener posibilidades de hacerlas llegar al mercado.
Un tin más, algunas cooperativas, al conocer que solo le comprarían lo contratado con las empresas comercializadoras, se limitaron a sembrar unicamente el área prevista ante el temor de repetirse lo sucedido en el 2009 con el abarrote de tomate y boniato, que provocó toneladas de pérdidas de esos productos..
Ahora me vengo a enterar, un año después, que tales mermas obedecieron a una política gubernamental en ese sector y no a la falta de transporte únicamente.
O yo me estoy embruteciendo con el paso de los años o este sector estatal está en manos de imbéciles. ¡De que cabeza sana pueden salir tantas necedades! ¿Y el estómago?… sufriendo.
La buena voluntad del periodista es huera en sus propuestas cuando aconseja seguridad y óptimo uso en los niveles de combustible, fertilizantes y pesticidas, solucionar las contradicciones generadas por los compradores del MINCIN y la empresa comercializadora de la empresa agropecuaria en los centros receptores municipales, estabilizar el sistema de siembras y la venta diecta de hortalizas. Esas propuestas tintinean en mis oidos desde que era un vejigo y no acaban de imponerse.
Lo más positivo del artículo está en el último párrafo, cuando el periodista afirma que los campesinos quieren que sus productos vayan directos a los mercados sin intemediarios estatales.
Indiscutiblemente que el guajiro cubano está cansado de que le achaquen las culpas del desabastecimiento de los mercados de la isla y está convencido, que la burocracia que los atiende son un freno a sus esfuerzos para combatir con viandas y hortalizas la posibilidad de úlceras crónicas en el estómago de los consumidores.
Visto el caso y comprobado el hecho pongamos el artículo del Granma al derecho: el primer problema del desabastecimiento agrícola, después de leido el artículo en cuestión, radica en que la casta burocrática que atiende el agro cubano y sus normativas son el primer freno a la producción; el segundo, la falta o llegada tarde de insumos al guajiro; el tercero, la posibilidad real que el campesino tenga acceso al transporte para hacer llegar la producción al mercado. Resueltos esos problemas, tendremos en el mercado frutas, viandas y hortalizas de diferentes calidades.
5 de marzo del 2010
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