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francotiradordelcauto

Una de cal y otra de arena

Riflexiones

En un mundo globalizado es imposible vivir fuera de los cánones morales y éticos que nos dicta la comunidad internacional. Hacer lo contrario es ir hacia el aislamiento.

El Siglo XXI nos recibió sin sistema socialista alguno y culpa de ello recae, sin lugar a dudas, en los partidos comunistas que se encargaron de crear esa sociedad armónica y democrática que nos legaron Marx y Engels, entonces más como utopía que como una realidad.

Ya vamos por dos décadas analizando los errores que condujeron al fracaso del socialismo a escala mundial, pero parece que es el hombre el animal que tropieza dos veces con la misma piedra. La izquierda internacional, al parecer, no ha salido aún de su anonadamiento y la dirigencia cubana, derrochando todo el valor y fortaleza ideologica del pueblo que representa, también demuestra impotencia y poca inteligencia, cuando se esfuerza en paliar la enfermedad con parches que solo facilitan el sendero hacia la barbarie capitalista.

Ninguna medida esencialmente socialista se ha aplicado en las últimas dos décadas, la crisis económica se acentúa, y las fórmulas para salir del estancamiento en todos los frentes de la sociedad brillan por su ausencia. Nos hemos limitado a poner el parche cuando sale el grano, y la postergación indefinida de un Congreso que debe como mínimo bosquejar el plan del país para el próximo quinquenio, solo demuestra que aquellos que nos dirigen se encuentran pérdidos en el páramo de las elucubraciones o en el paraiso de la fantasía. Es necesario aterrizar aunque la pista esté llena de baches.

Al parecer nos hemos acostumbrado al caudillismo, hemos creado la tradición de que otros piensen por nosotros, nos supeditamos durante décadas al gran timonel, y este, aún en vida, reflexiona sobre el mundo, olvidando referirse a que la base del monumento donde asienta sus ideas está corroida por el óxido y necesita de reparación urgente.

Es hora de disminuir esfuerzos en defendernos de la hipocrecía del mundo capitalista que nos critica y centrar nuestras energías en construir ese socialismo ansiado por la humanidad y nuestro pueblo. Y para ello no podemos cerrarnos a cal y canto y terminar de comprender, que en un mundo capitalista globalizado priman las ideas de esa sociedad y no las nuestras.

Debemos, además, ya que el socialismo se fue a pique, cumplir con la ética cristiana que es la que predomina internacionalmente y que todos, sin excepción, violan consuetudinariamente, y a partir de ellas crear las nuevas normas socialistas de supervivencia.

Coincido plenamente con la respuesta de Cuba a las vocingleras declaraciones de la comunidad europea y el resto del mundo imperialista, pero tambien censuro la intransigencia nuestra a no reconocer que la unanimidad es una palabra que debe desaparecer del diccionario.

Encarcelar personas por su forma de pensar conlleva posturas como las de Zapata, porque entre parentesis, si vivir en Cuba en libertad es dificil, cuanto de deplorable será vivir en las cárceles cubanas con nuestros problemas económicos y con un personal subordinado políticamente a la nomenclatura estatal.

Han pasado cinco décadas, el mundo cambió mucho, ahora lo que piensa un chinito en asia lo conoce un indito latinoamericano en segundos. El intercambio de ideas es el pan nuestro de cada día y en ese torbellino de criterios, aquel que crea poseer toda la verdad en sus manos es simplemenhte un tonto de capirote.Y es por ello que hoy más que nunca se universaliza esa idea del Äpostol de con todos y para el bien de todos. La sociedad socialista que no tenga en cuenta esa máxima no llegará a ninguna parte, porque el respeto al criterio ajeno nos hace más libre y más democráticos.

Saldrá el escritor o periodista convencido a ultranza a criticame por mi convicción, de antemano le respondo que no creo tener toda la razón en lo que digo, pero como mínimo debe aceptarme qur todos tenemos el derecho a pensar y a manifestar publicamente lo que creemos. Nuestro socialismo nunca lo permitió y se autocomplació siempre con eso que llamamos unanimidad, concepción que, entre otras cosas, mantiene en la emigración a casi tres milones de cubanos.

Si al menos esa política hubiera desembocado en la construcción de una patria fuerte económica y políticamente, tendríamos que reconocer que la decisión fue buena, es decir, acallar a la oposición para lograr un país socialista fuerte e independiente; pero la realidad ha sido otra, ni economía fuerte, sino en crisis, y nuestra independencia política colgando en harapos por la misma situación de economía endeudada que tenemos.

No podemos construir una sociedad fuerte intentando silenciar a una parte de ella, o censurando a la oposición por posturas que una vez tuvimos, pues no es secreto para nadie que la burguesia nacional, e incluso, el ex presidente Carlos Prío Socarrás, aportaron su dinero mal habido para respaldar los esfuerzos libertarios del Movuimiento 26 de Julio en las montañas y en el llano.

Además, si por sus posiciones políticas los oposicionistas pierden sus puestos de trabajo y el estado se encarga de desprestigiarlos en la sociedad, solo les dejamos dos alternativas: emigrar o buscar quien les financie su vida y su actividad política. Eso es tan viejo en la historia de la humanidad como que Cristo fue crucificado al lado de dos ladrones.

Estamos como en el cuento del burro, ya se suba usted, o monte a su hijo, o cabalgue su nujer o se suban los tres en el asno, como quiera que lo pongas quedas mal con la sociedad. Por tanto, si ese mundo que nos critica lo que quiere es que el socialismo acabe de desaparecer de la faz de la tierra, no formemos tanta algarabía, no nos desgastemos en aparentar. Tenemos miles de deficiencias y ¿Quién no las tiene?

Para qué ese titular en la primera página de Granma sobre Europa y la brutalidad policial si de sobra sabemos toda la barbarie del capitalismo. Donde no puede haber brutalidad policial es en el socialismo, porque para eso nos llenamos la boca para ufanarnos de él.

Tratemos de vivir en ese mundo, acabemos de reconocer que nuestro sistema político, ese mal socialismo que hemos creado, no satisface plenamente a toda nuestra sociedad. Repensemos la vida e intentemos ser los pioneros en crear esa sociedad ideal que nos pensaron Marx y Engels, porque de lo que no me queda dudas es que el socialismo, ese que apellidamos democrático y participativo, será la sociedad del futuro o nos quedaremos sin sociedad.

17 de marzo del 2010

francotiradordelcauto@yahoo.es

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1 comentario

Crispin -

Saludos Francotirador. Coincido plenamente con Ud. El problema es que los que dirigen nuestro país estan tan por encima del pueblo, que desde esa altura sólo miran para el horizonte, para ver y resaltar los problemas ajenos y no se ocupan de los nuestros, que son mayores. Sin lugar a dudas nuestros gobernantes se han divorciado de la población, rompiendo así ese principio esencial para la construcción del socialismo, que es la vinculación con las masas.
Un abrazo.