Los pájaros tirándole a la escopeta.

Riflexiones

Desde hace unos días he comenzado a recibir notas de amigos lectores preguntándome si  respondería al artículo de Alfonso “El Sabio”, un periodista de Granma que bateó un foul en Granma sobre los Francotiradores.

Ya había leído el artículo, pero sinceramente no me había dado por aludido, porque revisando y cotejando el susodicho  mejunje no le veía apellido alguno. Para mi era como uno de esos anónimos que circulan a diario en nuestro país y que son la comidilla de los órganos de control del estado para iniciar auditorías anunciadas.

Los burócratas del control y las auditorias, aunque rezongan del anónimo, que es el pan de ellos de cada día, acusan a sus redactores de cobardes, flojos de piernas, gentes ordinarias que no quieren darle el frente a los problemas; pero después de 50 años de socialismo estatizado, en que el obrero sabe que a él no le pertenece nada y que solo tiene para su supervivencia la venta de su trabajo por un magro salario, soltar un anónimo es como ir a una fiesta, es como por unos días salir de la rutina, estar en el estrellato del anonimato, el fue quien provocó todo, pero nadie lo sabe.

Pues bien, el artículo de Alfonso “El Sabio” me pareció que intentaba anotarse un hit, pero el batazo le salió a las mallas. La cogió con el obrero que en 50 años de un supuesto socialismo, donde emergería un hombre nuevo preconizado por el Che, pues solo logró serruchadores de piso, gente taimada, escurridiza, desconfiada, ajenos a la confianza en el prójimo, y si algo tiene de positivo el artículo es que “El Sabio” ubica a esas personas hasta dentro de su partido.

En lo que me pueda  tocar de la andanada sabihonda puedo afirmarles que en eso de andar emboscados no soy el mejor, pero en lo de tirar, al menos conozco algo y de vez en cuando hago alguna diana provechosa.

Pero puedo decirles más, esa ida cotidiana que quiere reflejar Alfonsín es falsa, porque me parece que quiere dar la sensación de que en nuestro país todo el mundo es así, y por lo menos a mí, como ser humano, me consta que nuestra sociedad está llena de otros valores que no son los que Alfonsín y su diario quieren hacer prevalecer como predominantes. ¿Tantos debiluchos y serruchadores hay que amerita que el órgano del partido dedique un artículo de tercera pagina contra ellos? Indiscutiblemente que en ese diario no saben tirar, a contrapelo de que la Revolución ha dicho que hay que saber tirar y tirar bien: yo siempre hago honor a mi Revolución. Primero los pichones y ahora los francotiradores.

Y Alfonsín gazapea sin quererlo, titula su folletín “Francotiradores” y desde el primer párrafo particulariza su aversión cuando dice: “Premonitor por excelencia, poseedor de un olfato tan fino y entrenado como el de un perro policía, experto en el arte de la finta para desconcertar a quien pretenda retarlo. Mimético, hueco, escurridizo, calculador, así es este personaje”.

¿Son muchos o se está refiriendo a uno solo? De entrada el “sabio”, sin querer, resbala y queda bañándose en su propio artículo con su cobardía. ¿No tiene la valentía de ponerle el apellido al Francotirador?

Y “El Sabio” le endilga al Francotirador, lo que el intenta con su artículo: “es todo un estilista sobre el ring: entra en punta de pies, golpea y sale inmediatamente del área de impacto, para evitar el nocao”.

Y se equivoca de plano este adulador de la burocracia, yo no estoy solo con mi fusil de mirilla telescópica, soy parte de esos hombres que en Cuba aún creen que podemos salvar el socialismo, y  mi nombre con sus dos apellidos signan la Plataforma Programática por un Socialismo Participativo, Democrático  y Decisorio que lanzó Pedro Campos en el 2008 y que su diario jamás dio a conocer a los cubanos.

Ahí si a su partido y a su diario le podemos aplicar lo que usted plantea contra los Francotiradores:. “mimético, hueco, escurridizo, calculador”, así han sido  con relación a nuestras ideas socialistas”.

Yo no se cual es su pasado, ni cuales sus aspiraciones, pero lo que si puedo asegurarle es que de los comunistas de los que le estoy hablando, me incluyo entre ellos, no compaginan en esa aseveración suya de ser personas hipercríticas y que descargarnos el peso de las responsabilidades en el hombro ajeno, en tanto se espera que el maná caiga del cielo, sin arriesgar nada, sin comprometerse ni esforzarnos.

Ya de hecho, Alfonso, luchar en estos momentos por un verdadero socialismo en Cuba es asumir una responsabilidad y un riesgo que  pocos de ustedes, acariciadores del poder, son incapaces de asumir.

Y  hay algo soez en su libelo  cuando usted afirma “aunque son fáciles de detectar, para neutralizarlos, la cosa se hace difícil pues en el arte de amagar y cubrirse de impenetrables corazas no hay quien les gane”.  ¿Acaso quiere usted que ¨me “neutralicen”?   ¡Hasta donde usted pretende llevar el periodismo cubano  Nacianceno¡

13 de enero del 2010

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