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La corrupción estatal es la verdadera contrarrevolución

Riflexiones

Alguna vez leí, no recuerdo donde, que a la historia le es indiferente como suceden las cosas y siempre se coloca de parte del vencedor, pero con la paradoja, de que cuando no puede darle la razón desde un punto de vista moral, lo hace desde el punto de vista histórico.

Indiscutiblemente, que quien piensa de tal forma desconoce de plano el marxismo y le hace poco favor a la historia y a la ética, porque indiscutiblemente, los vencedores a favor de la libertad y plena soberanía de los pueblos deben hacer coincidir en sus actitudes lo histórico y lo moral.

Y cuando hablamos de la corrupción en Cuba, es sano aclarar que no es un fenómeno propio de nuestra isla, sino que cunde como la verdolaga por los cuatro puntos cardinales del planeta, pudiera decirse que se preservó el rol protagónico en las sociedades del Siglo XXI.

La corrupción –no lo dude-  puede actualmente estar jugando un rol protagónico en nustro país, pero a ese fenómeno no le acompaña para nada la ética o la moral socialista, es conclusivamente su antitesis y esperamos, que con la anuencia del pueblo cubano, pase de su rol protagónico a un papel secundario en la historia de nuestro país. De lo contrario dejaremos de tener país y nos convertiremos en algo peor de lo que eramos antes del 1959.

Protagonistas para tales malévolos designios tambien cunden por aquí como  el romerillo.

Fíjense si la corrupción es un mal demoníaco que afecta tanto a cubanos de aquí, como de allá. Realmente no me causó impacto alguno conocer lo que a todas luces se sabía desde siempre, la Junta de Gobernadores para las Transmisiones de Estados Unidos (BBG) pagó a periodistas de Miami a través de Radio y TV Martí para que atacaran inmoralmente a los cinco cubanos injustamente sancionados por tribunales yanquis.

Y aquí el protagonismo y la ética si se van al carajo. Wilfredo Cancio, de El Nuevo Herald (4,275 dólares), Ariel Remos, del Diario de las Américas (11,700 dólares), Pablo Alfonso (58,600 dólares), Enrique Encinosa, Director de Radio Mambí (5, 200 dólares) y Helen Ferré, editora de la página de opinión del Diario de las Américas (1,125 dólares). ¿Tendrán moral estos periodistas para seguir en su roles protagónicos   para desacreditar a la Revolución Cubana? Parece que ese cranque en Miami necesita ser aceitado con dólares, allí la ética y la moral, como en nuestra burocracia, parecen brillar por su ausencia.

Y así, nadando en el mar de la corrupción de aquí y de allá y acullá, me encuentro con un artículo del investigador y académico Esteban Morales, titulado “Corrupción: ¿La verdadera contrarrevolución?”, que me apresuro a calificar como un artículo protagónico, escrito con un valor y una ética revolucionaria propia de esos intelectuales comprometidos hasta los tuétanos con la Revolución Cubana.

Y lo que magistralmente dice el cro. Morales en su artículo, es lo que desde hace años otros marxistas cubanos alertan en sus bitácoras personales y en otros espacios alternativos de la red internacional.

Destaca Morales que no hay dudas, “la contrarrevolución, poco a poco, va tomando posiciones en ciertos níveles del Estado y Gobierno” en Cuba, y agrega que “hay gentes en posiciones de gobierno y estatal, que se están apalancando financieramente, para cuando la Revolución se caiga, y otros, que pueden tener casi todo preparado para producir el traspaso de los bienes estatales a manos privadas, como tuvo lugar en la antigua URSS”.

Alerta el académico que la corrupción es mucho más peligrosa que la llamada disidencia interna, que se encuentra aislada por carecer de un programa alternativo y líderes reales; mientras que la corrupción resulta ser la verdadera contrarrevolución, la que más daño puede hacer por estar dentro del gobierno y del aparato estatal y tener en sus manos los recursos del país. (Eso lo saben los yanquis que de bobos no tienen un pelo).

Apunta el investigador que la corrupción administrativa y estatal es una forma de contrarrevolución que sí cuenta con líderes ocultos, ofrece alternativas a las del estado y cuenta con una masa que la practica en el mundo del mercado ilegal o negro.

Morales precisa que esta fuerza contrarrevolucionaria no parece estar abajo, sino arriba, en los propios niveles del gobierno y del aparato estatal, y está formada “por los corruptos, ya no de poca monta, que se van descubriendo, en altísmos cargos y con fuertes conexiones personales, internas y externas, generadas por decenas de años ocupando las mismas posiciones de poder”.

Dice Morales, que “ninguno de los defenestrados hasta ahora (desde las Causas 1 y 2, al menos) era un simple empleado”.

Y al analizar este artículo llego a la conclusión que esta situación deshonrosa de la corrupción administrativa, estatal y partidaria, no solo sea una consecuencia de las mieles del poder, sino de la permanencia ad infinitum de los puestos burocráticos en manos de una casta  de  funcionarios, sin que la decisión popular tenga que ver para nada en ellos.

Y una cosa es hacerse los locos y otra serlo. Socialismo estatizado es igual a corrupción. Solo socializando la propiedad y poniéndola en manos de los trabajadores perimitirá el control riguroso de los recursos del país. ¿Quién es el iluso que en pleno Siglo XXI puede creer que la burocracia no se apropiara de parte de los recursos que administra?

Y en este proceder pro burocrático cambia la historia, el protagonismo pasa de la clase trabajadora a la burocracia, y la moral y la ética, como son de color verde, se las comen los chivos.

Y hoy en la mañana me daba tristeza oir a unos adolescentes hablar encomiablemente de un burócrata, corrupto, gerente de una empresa estatal vinculada a la divisa.

-Asere, ese tipo si tiene baros (1). Viste la clase de auto particular que tiene, último modelo. ¿Viste la casona en que vive?

-El tipo paga bien. Cuando le dices que son 100 dólares te da 120. El tipo es buena paga, buena gente.

-Ese tipo está en la grande, no se anda con ridiculeces.

Cuando intente explicarles a esos jóvenes que el susodicho era un ladrón y un descarado, tuve como respuesta que dejara de inyectarles la mente.

-Oye, puro, tú siempre estas enclochado con eso del socialismo.

Y como dice Aurorita Basnuevo en un spot de la televisión: Y yo ¿cómo quedo?  Nuestro socialismo ¿Cómo queda? ¿Acaso ese es el ejemplo de ética y moral que tiene una parte no desdeñable de nuestra juventud?

Por lo tanto, le doy mi espaldarazo al Cro. Morales por su artículo valiente, decidido y revolucionario.

¿Por qué no fue dado a conocer este artículo en nuestra prensa revolucionaria?

(1)  Dinero, en este caso divisa.

 Francotirador del Cauto

26 de junio del 2010

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