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francotiradordelcauto

Polémica entre Guillermo Rodríguez Rivera y el Francotirador del Cauto



Carta
de
Guillermo
Rodriguez Rivera



Ciudad de la Habana,
10 de mayo de 2010.



 



Estimado amigo:



He leído su encendida diatriba en el ámbito de mi habitual lectura de
los útiles compendios informativos que nos prepara el Observatorio Crítico.



Como no deja usted títere con cabeza, imagino que tendrá en cartera las
respuestas para las tremendas interrogantes que nos echa a la cara, como si
viviéramos en un país de ciegos y no las hubiéramos visto desde hace rato.



Afirma usted que desde hace dos décadas “el país viene patas arriba” y
“nadie hace caso de los que claman por un socialismo verdadero”.



La verdad, querido amigo, es que hace dos décadas desapareció el único
socialismo que había existido, y hemos tenido que preguntarnos seriamente cuál
es ese socialismo verdadero por el que claman tantos – clamamos tantos
-- y al que parece darle usted el certificado de garantía, porque seguramente
lo conoce a la perfección.



Las increpaciones que hace usted a nuestra intelectualidad, que tan
importante ha sido siempre para ayudarnos a entender Cuba, me parecen ridículas
y profundamente irrespetuosas, porque la intelectualidad cubana es Heredia,
Varela, Céspedes, Luz Caballero, Mendive, Martí, Fernando Ortiz, Medardo
Vitier, Martínez Villena, Carpentier, Marinello, Guillén y muchos nombres
significativos de estos días, que dan a cada rato importantes valoraciones de nuestra
dura y digna vida actual.



Perdóneme, pero sus palabras rezuman –contra nuestros intelectuales –
aquello que Roque Dalton llamaba el “odio de poeta inédito”. ¿No será que
quiere usted ocupar, con su imagino que valentía a todo dar, uno de esos puestos
que ahora detentan tantos castrados?



Le voy a dar un consejo: opine, ilumínenos, díganos qué debemos hacer y,
por supuesto, abandone el pseudónimo, firme con su nombre, láncese al ruedo y
no tema, que las operacines por debajo del ombligo se las hacen a los que se
dejan. Si no es así, nadie va a conocerlo de veras.



 



Un saludo de Guillermo Rodriguez Rivera.



 



 



Respuesta del Francotirador a Guillermo Rodriguez Rivera



Ciudad de la Habana,
12 de mayo de 2010.



 



 



Cro. Guillermo Rodríguez Rivera:



Lamento hayas hecho causa común con quienes nos critican y censuran.
Estabas entre los que precisamente incluía como excepciones en mi artículo.



De cualquier forma le envio mi respuesta como un instrumento de diálogo
y sin intentar deacreditar su actitud revolucionaria conocida por todos.



He leido lo que considero su honesta y honrada respuesta y me apresto al
diálogo sin zaherir. Como no nos conocemos personalmente quisiera expresarle
que siempre trato de estar en ese lado de los que respetan el pensamiento
ajeno, en la creencia de que todos tenemos el derecho a pensar, expresar ideas
y sobre todo a que el auditorio las respete.



Yo, discrepo cuando usted dice, que no dejé títeres con cabezas, pues solo
he bordado un sayo para el que le acomode la talla se lo ponga, y para mayor
certeza en la costura, ese sayo no es de licra que cede, sino de tela tosca que
no estira.



Yo no soy un político, pero creo que el ser humano debe plantearse las
más altas interrogantes de su entorno y hacer todo lo posible por darles
respuestas, sin ello no podremos aportar algo al desarrollo de la humanidad, y
en este caso a nuestra patria.



Se equivoca usted al afirmar que hace dos décadas desapareció el único
socialismo que había existido. NO, no existía entonces socialismo, como tampoco
hubo socialismo en nuestro país.



Si usted es buen conocedor del marxismo reconocerá que aquel socialismo se
vició, se estatizó y cayó en manos de burocratas que hoy engrosan las filas de
millonarios y ricos en esos países. Entonces, estimado amigo, póngale el nombre
que quiera a aquello que existió, pero no lo llame socialismo. No contribuya a
que los huesos de Marx sigan estremeciéndose en su tumba.



¿No conoce cual es el socialismo verdadero? Nadie lo conoce, pero
advierto en la plataforma programática de Pedro Campos y sus seguidores un
serio esfuerzo por comenzar a construirlo, a lo cual me adhiero con todo el
fervor y de la cual soy signante con nombres y apellidos.



Nosotros como verdaderos comunistas tenemos un solo líder por un
socialismo democrático, participativo y decisorio, la patria, que es la que no
debe morir. Cualquier otro protagonismo sobra, no es de interés.



Las respuestas a esas interrogantes que nos trazamos, compañero, es la
obra revolucionaria y nunca los revolucionarios dicen tengo la razón con la
idea, sino que trabaja en ella para demostrar su razón, y para serle más franco
en eso de que aspiro a algun cargo, déjeme decirle que ni cartera tengo después
de dos décadas, pues tras mi magro sueldo solo podrá encontrar carencias. Me
conformaría con una vejez más apacible, pero como soy revolucionario el entorno
me encabrita.



Yo no se si vivo en un país de ciegos, de lo cual no me sentiría
agraviado, pues conozco de ciegos más videntes que aquellos que pueden mirar,
lo que si no aspiro es a vivir entre corderos, que solo saben balar ante los
peligros.



Coincido con usted, cuando dice como si “no las hubiéramos visto desde
hace rato”, precisamente a eso me refiero en mi artículo cuando citando a Roa
expongo que “
habia muchos que habiéndose acercado a la verdad no tenían el coraje de
decirla o imponerla”. El quid no es saber la verdad, sino imponerla. Por eso es
que admiro tanto al Fidel del 1959.



Entonces, coincidamos en que la cuestión, amigo, no está en ver la
verdad, sino en luchar por tratar de imponerla, o al menos tratar de acercarnos
a ella.



Creo, que partiendo del descalabro socioeconómico del campo socialista,
lo que si no es acertado es seguir obviando, que cuando se habla de socialismo
estamos hablando de socializar los medios de producción. No hay que ser un
zahorí para comprender eso, no hay que ser un experto para comprender que el
estatismo con su propiedad estatal de los medios solo lo que logra es una
burocracia parásita y cada vez más rica. Y la labor de todo comunista que
escribe es denunciarla y censurar a aquellos que sonrien por lo bajo o nadan en
el silencio para tener blanda vida.



Usted me disculpa, pero en cierto modo intenta desacreditarme cuando
afirma que mi artículo censura a “Heredia, Varela, Céspedes, Luz Caballero,
Mendive, Martí, Fernando Ortiz, Medardo Vitier, Martínez Villena, Carpentier,
Marinello, Guillén y muchos nombres significativos de estos días”. Eso, cro.
Rodriguez es manipular mi artículo.



No juegas limpio cuando me respondes con nombres y obras de otras épocas
a los que no me estoy refiriendo, aunque te pregunto, ¿donde están los Varelas,
Céspedes y los Martí en esta hora de la patria?



Eso suena más a mítin de protesta teledirigido que a un diálogo o una
discusión entre compañeros. Y si se siente ofendido, sus razones tendrá, porque
como generalizar es de tontos, bien establecido dejé reflejado en el artículo y
cito: “Perdónemme, cuando afirmo esto, no incluyo las contadas excepciones al
estilo de Silvio y Pablo y de otros pensadores que tímidamente analizan
nuestros problemas”.



Que extraño, nadie se sintió aludido, ¿Por qué usted?



 Es usted quien entra de lleno a
integrar esa zona, como usted llama, de lo ridículo y profundamente
irrespetuoso, cuando trata de tergiversar lo por mi expuesto.



Yo, Cro. Rodriguez no clamo, ya le dije clamar es como el balido del
cordero. Yo exijo, como cubano y revolucionario que la intelectualidad imite a
Martí y a toda esa pléyade de intelectuales que usted nombra.



Su otra estocada de mal gusto es atribuirme “el odio del poeta inédito”
o decirme que quiera ocupar el puesto de otros.    A nuestra edad solo esperamos del futuro…
el sepulcro.



Guillermo, cuando se escribe para un público hay que respetarlo. Por
ello, en mi artículo no ataqué a nadie, no censuré a personas, sino actitudes;
pero en su respuesta hay un ataque abierto hacia mi persona y eso es batear al
aire sin pelota en el camino, o ir en pelotas a un baile de frac y pajarilla.



Si usted no me conoce ¿como va a atacarme con ese desenfado.



Además, no es digno de su intelecto suponer aviesas intenciones en
alguién que no conoces. Jamás me ha pasado por la mente ponerme a la altura de
los intelectuales que conozco, incluyendote.



Hace cuatro décadas que tuve que elegir entre la tinta y la pólvora, y
mi decisión, cuando estaba lleno de arrojos, fue la pólvora.



No es usted el primero en pedirme que abandone mi seudo y escriba con mi
nombre. Muchas veces lo han hecho otros interesados con intenciones nada
sublimes. Voy a hacer con usted una excepción, puedo decirle que eso es
imposible, porque tras ese seudo de El Francotirador del Cauto hay muchos
autores dando sus opiniones.



No imagine que hay valentía, de esta por sentada, eso nunca nos ha
faltado. Quizás cuando en el pasado usted saboreaba una cerveza, una mujer o
unas vacaciones, nosotros, en ese entonces, no teníamos tiempo de escribir y
censurar como lo hacemos hoy, porque teníamos que derrochar coraje y mucha
inteligencia en otras partes del mundo y sentíamos en nuestros cuellos el vaho
apestoso del enemigo.  



Hoy ya nos jubilamos y no aspiramos a ser el cerdo de nochebuena, esos
que se capan para que engorden, sean mansos y sepan bien.



Se equivoca usted cuando afirma que nadie quiere ser un castrado, le
digo que los hay, siempre los hubo, no son solo producto de esta parodia de
socialismo. Relea bien mi artículo y deje de ser un pesado, hay quien se deja
castrar intelectualmente y hasta de los cojones por una vida blanda y cómoda.
Ese tipo de lecho se lo dejamos a los burócratas, nosotros preferimos la   cama del
fakir.



Amigo, mis palabras nada rezuman contra nuestros intelectuales, sino
contra los de vida blanda y egoista  que
temen decir la verdad.



El Francotirador del Cauto, señor Rodríguez, es una forma de ir contra
todo protagonismo, es como si se dijera que Liborio regresa y cambió su nombre.



Publicaré su carta y mi respuesta en mi blog para que los lectores tomen
posición, que es en definitiva lo más importante, no solo lo que crea usted o este
sniper que le tocó responder, por estar de guardia.



Una cosa más. Martí pretendía que los intelectuales se incorporaran a la
caballería, tal y como sucedió en el 1868 y en el 1895. El fue límpido ejemplo.
 Hoy por hoy, y esto, le repito, no va
con usted, sobran caballos y faltan jinetes.



Reciba mi abrazo fraternal



El Francotirador del Cauto



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Miscelanias de esta isla de siempre

Por el Francotirador del Cauto

 Riflexiones

El realismo mágico nunca emigró de Cuba, al contrario, se reafirma cada día con las decisiones burocráticas que pretenden vanamente disciplinar lo que a todas luces conduce a un caos político, económico y social.

 Y es que las decisiones impopulares de nuestros burócratas, personajes que han perdido el horizonte del socialismo desde hace rato, causarían risa si dejaramos de pensar en los efectos que ocasionan sus medidas rocambolescas en los sectores de nuestra población.

 Yo les pregunto ¿Cómo pretender ponerle el cascabel a la indisciplina vial cuando ya es casi imposible decir que en Cuba existan viales? Las calles de Bagdag tienen menos huecos que las de Ciudad de La Habana, para no hablar del resto de la isla, con la sola excepción de aquellas vías que dan acceso a los centros turístuicos internacionales.

Y asi es en todo. El síndrome del pichón y el paternalismo aplicado a todas las esferas de la vida cotidiana, como el padre borracho y vago que exige a su hijo una disciplina beatífica.

En cualquier momento se le ocurre a uno de estos caras duras de la burocracia sugerir la extirpación de la mitad de los estómagos a los cubanos para paliar las deficiencias en la transportación de los alimentos hacia los mercados, porque ya a esta altura del año, la televisión cubana afirma que está sucediendo “lo mismito del año pasado” , se pudren las viandas y los vegetales en los centros de acopio porque no hay transporte para acarraearlos del campo a la ciudad..

Ya que hemos militarizado toda la economía, propongo que nuestro estado, dueño y señor de cuanto rueda y no rueda por nuestro país, disponga que todo el transporte militar guardado y conservado en los parques de las unidades militares, se ponga en función de ganarle la guerra a una burocracia que aspira con sus indolencias a que nuestro pueblo comience a padecer el capitalismo al estilo ruso o chino, da igual.

Transportar los alimentos es la única guerra que debemos ganar aquí, la de los yanquis ya llevamos esperándola 50 años y no llega, se han podrido las gomas de los camiones militares en esa espera, pues: ¡Militares, pueblo uniformado, a ganarle la guerra a los burócratas y a transportar la comida del pueblo!  ¡Dejen de holgazanear que el enemigo les gana la partida!

Ya que los militares se han apropiado de toda la esfera económica que produce divisas al país, pues que tambien se esfuercen en que funcione aquella que produce los feferes de Liborio.

Señores, saquen los camiones militares, que la vida ha demostrado que las guerras las gana el pueblo  con inventivas. Toda esa técnica se va al carajo en una semana de guerra y solo queda el pueblo, el de a pie, fustigando al enemigo como sucedió en Vietnam, y como sucede en Afaganistan e Irak hoy en día.

Y como todo empezó por la vialidad, toquémosle el cornetín de nuevo a nuestros pundonorosos burócratas del Ministerio del Interior en la Dirección de Tránsito y Vialidad.

Comencemos por las tarifas para el servicio de grúa y remolques que utilizarán para llevar hasta los depósitos a los autos que obstaculicen la vialidad.

Esto lo haremos no por el importe monetario, sino por su equivalencia en días de trabajo que implican para el afectado, usualmente un chofer que no gana jamás 300 pesos cubanos al mes.

Para un recorrido de 10 kilometros la grúa le cobrará 6 días de salario, si el recorrido es mayor casi un día de salario más por kilómetro.Si lo remolcan 20 kilometros ese mes el chofer no cobra, su hijo no se alimentará, ni podrá pagar la electricidad el agua y el gas.

Eso no termina ahí, por día de estancia en el depósito tendrá que pagar usted el primer dia, casi dos días y medio de salario y por cada día adicional, cuatro días y medio de su jornal. A ello súmele otros tres días de trabajo que cuesta la multa por obstruir la via.

¿Usted cree que por ello se incrementaran los índices de suicidio en Cuba? Foul a las mallas amigo lector, recuerde que estamos en “el reino de este mundo”, en el realismo mágico, en el mundo de Mandrake el Mago. La solución está ahí, a flor de piel. ¿Cómo? Pues robarle la gasolina al auto, vendérsela a los partículares y de esa forma seguir subsistiendo mediante la economía marginal, como ha sucedido hasta ahora en respuesta a los magros salarios que da el estado.

Cien puntos para el burócrata y seguidores que pensaron que con estas medidas resolverían el problema de la vialidad en Cuba, cuando lo que hacen es reforzar el de la ilegalidad. ¿A quien puede ocurrírsele que con multas financieras que exceden en cuatro o cinco veces los salarios del cubano se dan soluciones a los problemas? Son hasta malos aprendices del capitalismo, solo califican como mafiosos de la económia.

Siguiendo con la parodia de lo real maravilloso, mientras el cubano vive en el “reino de este mundo”, nuestros burócratas andan con “los pasos pérdidos”, digo, creyéndoles que aún están interesados honestamente en construir un socialismo participativo y democrático en nuestro país.

Según establece la Ley 60, la Dirección Nacional de Tránsito no se hace responsable por los daños y perjuicios que pueda sufrir el vehículo cuando es trasladado por la grúa, la Ley del Talión: si usted parquea mal lo sanciono, si yo daño su carro en el traslado  usted paga los daños. El estado por encima de las leyes, puede delinquir y como siempre, al final el pueblo paga.

Demás está decir que la coletilla que aparece en el diario de que el MININT adoptará todas las medidas pertinentes para evitar afectaciones innecesarias durante la aplicación de estas medidas será como el globo de cantoya, expresión cubana para referirse a algo inalcanzable.

Ya en artículo anterior referí las peripecias de un amigo para reclamar una multa, precisamente aplicada por quedarse roto en el medio de la vía, y a pesar de percatarse el agente del tránsito de la rapidez con que resolvió el problema para no obstruir la circulación, lo premió con la pérdida de tres dias de salario.

De acuerdo a la Ley 60 hay una Dirección Nacional de Tránsito, pero a la hora de reclamar la multa se sectorializa y muta como el camaleón, lo que pone de manifiesto la verdad de perogrullo de que en Cuba nada puede reclamarse, salvo que lo publique el Granma y hasta ahí a veces la tarea es en vano.

Al final, el teniente coronel entrevistado, José Santamariña Guerra, afirma con desenfado que “las medidas son razonables y necesarias” y al periodista le faltó precisar: ¿razonables para quién?, ¿necesarias para quién? ¿Acaso esa Ley 60 se consultó con el pueblo o como siempre fue redactada por el Consejo de Estado y después endosada por nuestro mudo parlamento?

Lo razonable y necesario es pavimentar nuestras calles y carreteras, completar y revitalizar nuestras señales de tránsito y entonces, estimado coronel, exija al conductor disciplina en la vía.

Mayo 8 del 2010

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Donde robar no es noticia

Por el Francotirador del Cauto

Riflexiones

Por mucho que analizo el tema no le veo ni pies ni cabeza.

¿Con qué objetivo publicó el Diario Granma, vocero de nuestro Partido, el jueves 6 de mayo pasado en su página 5, en “detrás de la noticia”, una información sobre un cubano sancionado en Estados Unidos por robar electricidad?

En síntesis, según la noticia, el cubano residente en Estados Unidos, Yoandry González Ramos,  de 29 años de edad, fue arrestado por robar electricidad por un monto de cinco mil dólares y al ser preguntado porqué lo hacía, respondió “que consideraba que no había hecho nada malo, pues esto lo hacía en Cuba todo el tiempo”.

Según nuestro rotativo, de acuerdo con las leyes del estado, el acusado deberá pagar lo que robó, le impondrán una multa que puede ascender a diez mil dólares y es posible que deba pasar algún tiempo en prisión.

A mi, leer la noticia me averguenza. Supongo que ese no sea el objetivo que persiga Granma con publicar tal información.

Vayamos por paso, Yoandry Gonzalez nació alrededor de 1980, tiene 29 años, no sé cuándo se marchó del país, pero si considera natural robar electricidad debió ser porque lo aprendió en el entorno en que vivió. Fue un joven formado por nuestra Revolución y no en el sistema capitalista. Punto negativo para Granma porque está insinuando que la juventud que nació dentro de la Revolución está acostumbrada a robar.

¿Está sugirendo Granma que los valores éticos y morales en que crecen nuestros jóvenes no son los apropiados?, de ser así coincidó con el diario, pero eso entonces debió ser tratado en el recién clausurado Congreso de los Juventud Comunista de Cuba, y no lo vi reflejado por parte alguna.

Yoandry siendo un niño debió conocer los sucesos de la Causa 1 y 2, experimentó la caída del campo socialista con diez años y si estuvo en Cuba en la década del 90 del pasado siglo padeció la crisis funesta del período especial. Negativos recuerdos para su infancia y falsos valores en su formación.

Quizás vivió en una familia con bajos recursos económicos, sin acceso a la divisa, y entonces pudo habérselas visto negra y aprendió de sus padres las reglas básicas de la supervivencia del cubano a partir de esa etapa. Me subes el precio de la electricidad y me mantienes un salario ridículo, ¿que quieres que haga? Lo que fue una conquista de la revolución al triunfo, la rebaja de las tarifas eléctricas, fue olvidada por los burócratas que te asesinan el salario con los costes actuales de la electricidad.

Los alimentos que se obtienen por la libreta solo alcanzan para diez días y en las tiendas de moneda fuerte hay de todo, pues a buscar la divisa por la izquierda o estafar al estado cuando se ofrece la oportunidad.

Yoandry vivió en una época de nuestro país donde los valores se trastocaron y todavía hoy no han vuelto a su curso anterior.

Pero digo más. Yoandry es un buen muchacho. Lo único que hizo fue robar electricidad. No he visto a Granma publicar noticia alguna cuando hijos de la élite burocrática de nuestro país que emigraron, han sido detenidos por tráfico de drogas en Miami o por pertenecer a carteles de la drogas en México.

No he visto a Granma informando sobre los robos en Cubana de Aviación, ni sobre lo sucedido en el Hospital Psiquiátrico. Entonces, revisen su línea editorial. Si callan cuando los de aquí roban, hagan lo mismo cuando un cubano de afuera lo hace.

Y recuerden ese refrán de que cuando veas las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo. El Congreso norteamericano acaba de cerrar a TV y Radio Martí, entre otras cosas por no ser profesionales de la información, por ser acentuadamente políticos en sus emisiones, por falsear la verdad de nuestro país, por ser estridentemente anti cubanos.

Y si pienso mal, llego a la certeza que quizás la cantaleta de Granma sea un aviso para aquellos que por necesidad o por deporte roban electricidad en nuestro país, y el diario esté anunciando la posibilidad de multas exorbitantes y penas de prisión para el que sea atrapado in fraganti.

 De ser asi, les pido que se pronuncien también por el aumento de salarios, porque a capela como estamos ahora, obligarán a la familia del detenido a asaltar bancos para pagar la multa y mantener la famosa jaba de comida que hay que llevarles a los presos por la mala alimentacón que hay en nuestras prisiones.

Mayo 8 del 2010

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La píldora amarga

Una vez más

Ideas que regresan

Las multas de tránsito y su reclamación

 

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Riflexiones


Cuando un chófer es multado por un oficial del tránsito
en Cuba y no está de acuerdo con la penalidad en cuestión y decide reclamar
ante la instancia correspondiente,  sin
saberlo, comienza una pequeña odisea que lo convencerá de no cuestionar jamás
la decisión de un supuesto vigilante justiciero de nuestra sociedad.


Usted puede pensar que la Dirección Nacional del
Tránsito, adscrito al Ministerio del Interior, es una institución nacional.
Error craso. A la hora de las reclamaciones muta como un camaleón para hacer
que su derecho sea solo una fantasía.


Usted tiene que pagar la multa en el municipio donde
fue multado, es decir, si usted es de San Miguel del Padrón y lo multan en Playa,
tiene que pagar la multa en la oficina establecida para el cobro en ese
municipio, por lo que tendrá que dedicar una mañana para montarse en un rutero
e irse hasta la calle 36 en Playa y pagar la multa.


Usted llega al lugar y paga los 30 pesos.


-Compañera, yo quiero reclamar esta multa.


La cobradora ni siquiera lo mira, y con el dedo
índice apuntando hacia un lado le da a entender que busque con la vista un documento
oficial pegado en el lateral de la ventanilla de cobro, donde le informan que
la multa debe ser reclamada en 170 y casa de las quimbambas.


¿Cómo es posible?, se cuestiona usted, ya con el
enojo a flor de piel, pero el encogimiento de hombros de la cobradora le da a
entender que eso no va con ella, qe ese no es su problema, sino solo suyo.


Regresas a tu casa dudando si reclamar o no la multa
injusta. Ya tuvistes que pagar un 10 por ciento de tu salario, pronto cuando te
jubiles será el 20 por ciento, porque la jubilación es mengua, pero los doce
puntos de los 36 permitidos en un año te deciden a ir a reclamar tu derecho.


Al día siguiente, coges dos ruteros para llegar
hasta 170 y casa del diablo a reclamar la multa. Foul a las mallas, cuando
llegas no hay nadie atendiendo a pesar de que son las 9 de la mañana.


-¿Compañero donde puedo reclamar una multa?


-No, dice el oficial de guardia de la estación
policial, la compañera está para la instancia superior, llevando las
reclamaciones hechas hasta ayer.


-Pero, indaga usted, ¿cómo es posible que cierren la
atención a las reclamaciones? Yo vengo desde San Miguel del Padrón a reclamar
mi derecho y alguién debe atenderme.


-Hable con el jefe de la unidad, responde molesto el
oficial de guardia. Este no está para atenderte, sino para ser policía: mal
educado, prepotente, desconfiado y cuando puede abusador.


-¿Donde esá su oficina?, pregunta usted más molesto
que el policía en funciones.


-Aún no ha llegado.


Decide usted esperar un rato pero se desanima cuando
el oficial de guardia le recuerda que estamos cerca del Primero de Mayo y el
jefe está para una reunión de la jefatura por tal motivo. Y así, tan
facilmente, llega usted a la conclusión, cuando va malhumorado de regreso a la
casa, de que usted para el estado cubano es una reverenda mierda, sin ni
siquiera con derecho a reclamar.


Y cuando usted llega a su casa y abre la página del
diario Granma en la parte donde los lectores cuestionan nuestro socialismo de
quincalla le choca el por qué allí no aparecen esas cosas de nuestro cotidano
vivir; porque vivir en la Cuba de hoy, amigo mio, es una tortura por donde
quiera que lo mires.


Es entonces, cuando sentado en la sala de tu casa
comienzas a cuestionarte todo lo que has hecho por esta sociedad, para al final
ser tratado como un burro perezoso por las supuestas autoridades que deben
servirte y  protegerte.


Es cuando te lamentas de haber criticado a un amigo
por entregar su carnet del partido, enojado porque con un familiar enfermo
operado en La Habana y siendo de provincias, solo tuvo la ayuda de las monjas
de un convento para comer y dormir. A esa hora ni la dirección de su trabajo,
ni el partido al que pertenecía le dio siquiera una palabra de estímulo.


Pero toda consecuencia, tiene su causa, y es que
desde hace rato el estado cubano piensa al revés y ahora reclama demasiado
tiempo para pensar al derecho.


Mi primera pregunta, para sosegarme, es preguntarme
quienes integran la policía hoy en día. Jóvenes que no optaron o no pudieron
llegar a la universidad. ¿Como un joven con todas las posibilidades que hay en
Cuba para la superación llega a ser un policia?


¿Mala conducta? ¿Problemas de capacidad intelectual?
¿Posibilidad de abandonar provincias para irse a la capital? ¿Será porque los
salarios son mucho mayores que el de un obrero o un intelectual? ¿Que puede
influir en un joven para que decida no hacerse un profesional e irse a la
policia? Indiscutiblemente que a esas fuerzas policiales no ha ido lo mejor de
nuestra juventud, amén de que estando ya dentro de ellas esa institución puede
enmendarles el futuro. Mientras tanto, el ciudadano a padecer de sus acciones.


Para nadie es un secreto que el habanero no quiere
ser policia. Eso lo ha reconocido el estado publicamente. Lo que nunca han
explicado el por qué los jóvenes metropolitanos con plenas facultades, sin
problemas de conducta o de capacidad no quieren dedicarse a proteger y servir a
su población, los otros jóvenes capitalinos sin esas condiciones tampoco.


Por tanto, señores, a seguir padeciendo. Estas son
las cotidianidades que nada tienen que ver con el bloqueo, ni con el
capitalismo y una de las causas por las que el cubano se hace apático.


Porque hay algo que me dice mi amigo el multado que
había pasado por alto. La multa es de 30 pesos y le adosan doce puntos de los
36 que le permiten antes de retiro de la licencia de conducir. Si hubiera hecho
las gestiones en su auto hubiera gastado 12 litros de gasolina que representan
doce pesos convertibles, al cambio son 280 pesos que es la moneda en la que se
cobra el salario en Cuba.


Resulta risible gastar 280 pesos en una multa que
vale 30. Pero ¿que no es risible para el cubano de siempre? ¿Yo no se de qué se
quejan los americanos cuando les anuncian que el galón de gasolina les costará
en breve 4 dólares? En Cuba hace rato que cuesta más que eso, porque el dólar
americano está alrededor de los 80 centavos del peso convertible cubano, y el
litro de gasolina mala está a 0.95 peso convertible. Y todavía se alarman
cuando el transporte particular en Cuba funciona sin que sus propietarios pasen
por las gasolineras, como se expuso en un artículo del Granma de una investigaión
hecha en Pina del Rio.


A propósito, hay un dicho popular cubano que reza: “en
honor a Matías Perez cuando en Cuba suben un precio nunca lo bajan”.


Cuando el ciclón Flora subieron el cigarro a 1.60
pesos y ya hoy anda por los 7. Hace rato subieron el precio de la gasolina con
el compromiso de ajustarlo trimestralmente, pero parece que el trimestre es un
burocrata y no se aparece a trabajar.


Los precios de los productos en las tiendas de
divisas representan un 240 por ciento de su costo y a pesar de ello los
mercados están desabastecidos.


Y me pregunto ¿Qué festejamos este Primero de Mayo
si estamos peor que en el aniversario anterior?




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Voto por Silvio



Riflexiones



Cuando leo y releo la polémica entre Carlos Alberto
Montaner y el cantante Silvio Roríguez un sabor amargo me queda por dentro, y
es que las estocadas lanzadas por Montaner están cargadas de medias verdades y
medias mentiras.



Resulta infantil, que un cubano como Montaner, se
escude detrás de la tolerancia para censurar a Silvio por “callar” ante la
intransigencia, el sectarismo del gobierno cubano hacia toda aquella persona
que discrepe de su politica o de sus métodos represivos, cuando fue el mismo
Montaner quien en época tan temprana como la década del sesenta escogió la vía
terrorista contra su pueblo para hacer valer sus supuestas ideas democráticas.



Más tonto sería creer que verdaderamente a Montaner
lo esté impulsando en su diálogo con Silvio sus cacareadas ideas democráticas,
cuando de sobra conocemos sus posturas reaccionarias no solo contra Cuba, sino
contra cualquier intento de los pueblos por lograr la soberanía e
independencia.



Muy cercana está su actitud ante los sucesos de
Honduras, en las que llegué a la conclusión que a él, como a Oppenheimer, le
han amputado el lóbulo y la mano izqierda, lo que conlleva a que todo el tiempo
estén a la sombra, bajo la sombrilla de la derecha.



Mal le queda a Montaner esa postura democrática que
quiere restregarle en la cara de Silvio, y una vez más miente, una vez más se
desafora, y lo comprendo, porque debe ser duro dedicar toda una vida a
conspirar contra su pueblo al lado de los enemigos de su patria y comprender al
final que, contra todo pronóstico, ese pueblo que el despreció aún quiere más
socialismo.



No puedo comprender tanta preocupación de Montaner
por las Damas de Blanco, por los supuestos atropellos a los prisioneros
políticos en Cuba, si cuando realmente hubo asesinatos y represión, como fue el
caso Hondureño, por ser el más reciente, se puso del lado de los asesinos de
ese pueblo. ¿En que bando estás Montaner? ¿La edad te hace mentiroso o es que
siempre lo fuistes?



¿Para que quieres que seamos tolerantes? ¿Acaso para
que los Chicos de Chicago apliquen sus fórmulas neoliberales y supuestamente
democráticas en nuestra isla? El poeta Silvio te respondió en este caso muy
bien, tenemos muchas más razones para creer en la Revolución y en sus dirigentes,
que en sus detractores, usted incluido entre ellos por más de cinco décadas.



Montaner, Silvio es un poeta que sueña, y como los
poetas son soñadores logran con sus versos hacer soñar a sus pueblos, déjelo
ahí, que junto a él y a otros como él, hemos cantado a la Revolución durante 50
años, junto a ellos seguimos soñando con edificar una patria más socialista y
vigorosa.



No sea oportunista, esos cantantes están aquí, en
nuestra Patria, no han cambiado jamás la casaca, y si ustedes quieren
utilizarlos porque expresan sus desacuerdos y opiniones sobre nuestros
problemas están en un gran error, porque ellos cuando expresan sus opiniones lo
hacen como revolucionarios, con la esperanza y la intención de que nuestro país
se enrute por los caminos del progreso y la democracia socialista.



Usted intenta hacerle un pase de cuenta a la
Revolución Cubana, cita hechos, cita cifras, medias verdades, medias mentiras.
Olvida ex profeso no solo las cinco décadas de bloqueo económico, que incluso
quiere minimizarlo; sino que olvida a Girón, los atentados terroristas contra
Cuba, los intentos de asesinatos contra nuestros dirigentes, los sabotajes
contra nuestras industrias.



Nosotros no hicimos una Revolución para hacer como
Cristo, que ante una bofetada ofreció la otra mejilla, no, tuvimos que pegarle
a los yanqis dondequiera que pudimos, en América Latina, en Africa, en Asia, en
el Medio Oriente. Ojo por ojo y diente por diente. Y desapareció el campo
socialista y aquí estamos. ¿Puede decirme Montaner cómo eso ha sido posible?



Yo se lo puedo decir: Martí, ese que todos citan
para defenderse y olvidan en las acciones cotidianas. Martí que nos enseñó a
ser cubanos y a ser antimperialistas. Y esto no es teque Montaner, es la
realidad cubana, es lo que explica que estemos aquí aún tratando de hacer el
socialismo y nos permite darnos cuenta de su hipocrecía en la polémica con
Silvio.



¿Errores? Miles, unos justificados y otros no, pero
son errores de los que tenemos que aprender. No podemos caminar hacía atrás
para borrarlos, pero podemos sentarnos hoy a dilucidar y decidir para evitarlos
en el futuro. Y el que esté libre de ellos, como dice la Biblia, que tire la
primera piedra. Todos tenemos que vivir con nuestros errores a cuesta, ello no
nos puede impedir vivir para enmendalos.



Mucho de esos errores que según usted cometimos,
fueron aplaudidos y rspaldados por el pueblo cubano. Entones Montaner, nos
equivocamos todos. Pecar es de humanos. Ahora lo que debemos es no volver a
tropezar con la misma piedra. Nadie djo en 1959 que habiamos conquistado el
paraiso, al contrario, bien claro quedó que comenzabamos a hacer la Revolución
y ello conllevaba la posibilidad de equivocarnos.



Cuba, Montaner, es una islita, chiquitica, con once
millones de cubanos y no veo por ninguna parte que usted reconozca la epopeya
que hemos construido en cinco décadas, entre ellas, la más importante, que es
el único país en el mundo donde los yanquis en cinco décadas no han podido
decidir en nada. Eso, Montaner, nos llena de orgullo, nos hace muy martianos.



Las manchitas, manchas o manchonas adquiridas en ese
proceso podemos lavarlas aquí adentro, sin recetas exteriores y mucho menos de
voceros oficiosos de los yanquis. Exijale tolerancia a Washington, que nunca ha
aceptado a una Cuba libre e independiente.



Entonces, cuando no tengamos esa amenaza tenebrosa
sobre nuestras cabezas, comenzaremos a pensar en ser algo tolerantes con el
enemigo, mientras tanto, trataremos, dentro de lo posible y sin da margen
alguno a esas fuerzas hostíles, de seguir influyendo, como revolucionarios in
situ, para que la democracia socialista se consolide en nuestro país.



El Francotirador del Cauto



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